Se trata de Liz Guillén, una joven estudiante que fue una de las líderes de “UNA No Te Calles”, quien denunció que el sábado pasado recibió una amenaza directa a través de la aplicación.
La víctima realizó una denuncia formal ante el Ministerio Público y prometió dar seguimiento al caso hasta las últimas consecuencias.
Los peritos informáticos se encuentran investigando el origen del mensaje anónimo, informaron desde NoticiasPy.
¿Qué es Sarahah?
Sarahah, una nueva aplicación de mensajería anónima se ha convertido en solo unos meses y sin apenas recursos en una de las más descargadas del mundo, pero se ha desviado de su objetivo inicial y ahora es usada para el acoso entre adolescentes.
Como ya ocurrió con Yik Yak, Sarahah -que en árabe significa honestidad y franqueza- ha tomado impulso gracias a la novedad de la anonimidad entre los más jóvenes, pero al igual que su predecesora, está comenzando a ser criticada por transformarse en un instrumento para el hostigamiento en línea.
Sarahah, desarrollada en Arabia Saudí por el programador Zain Alabdin Tawfiq y lanzada en febrero pasado, se ha convertido en una de las aplicaciones más populares para teléfono Android y iPhone del momento, pese a no contar con millonarios fondos o una tecnología extremadamente compleja.
Con 3,88 millones de descargas en julio en Estados Unidos, la aplicación ha superado al Messenger de Facebook, Netflix o Whatsapp.
Sarahah permite crear una dirección web personalizada en la que cualquier persona puede dejar un mensaje anónimo sin que se pueda contestar al comentario o continuar una conversación.
La simple lógica detrás de la aplicación estaba ideada para una premisa práctica y útil: “ayudarte a descubrir tus fortalezas en áreas de mejora mediante la recepción de impresiones de empleados y amigos de una manera privada”.
Lo que Tawfiq no esperaba era que a lomos de la popularidad de Snapchat, una red social preponderante entre jóvenes, los usuarios comenzaran a compartir entre sus contactos su dirección web donde dejar mensajes privados.
En un comienzo, Sarahah fue empleada para airear mensajes de amor anónimos, pero el uso ha derivado rápidamente a mensajes de acoso, insultos y amenazas.
Como ocurrió con Yik Yak, que se popularizó en meses entre universitarios, llegó a recaudar 73 millones de dólares y fue liquidada este año, la anonimidad, que en gran parte comenzó siendo utilizada para mensajes constructivos o chistes, derivó en insultos, mal gusto y acoso.
Paraguay no escapa de esta situación, en las redes sociales las jóvenes publican los mensajes privados que les llegan, entre ellos amenazas de violación.