La bomba fue detonada a las 7.50 hora local (3.20 GMT), en el área de alta seguridad de Pul-e-Mahmamd Khan al paso del vehículo en el que viaja el personal de escolta, informó el Ministerio de Interior afgano en un comunicado, sin aportar más detalles.
Una fuente de los servicios de seguridad afganos, que pidió el anonimato, detalló a Efe que en el atentado murieron cuatro personas y otras once resultaron heridas y aseguró, a diferencia del Ministerio del Interior, que el atentado lo cometió un atacante suicida que detonó los explosivos que portaba y no una bomba.
El viceportavoz de los servicios de inteligencia afganos, NDS, Jamil Sultani, confirmó a Efe el ataque contra la unidad de seguridad, aunque evitó dar cifras concretas sobre víctimas.
El presidente afgano, Ashraf Gani, condenó el atentado en un comunicado y remarcó que los “terroristas nunca alcanzarán sus objetivos difundiendo el miedo (...) ya que la gente de Afganistán los desprecia”.
Afganistán vive un momento crítico con un aumento de la violencia que ha hecho este año que se incrementen las víctimas civiles a cifras récord desde que comenzaron a ser contabilizadas en 2009 en el conflicto armado.
Dentro de esta ola de violencia, Kabul ha sido escenario durante los últimos meses de graves atentados contra minorías religiosas y étnicas o edificios y personal relacionados con el Gobierno afgano.
En julio pasado, un ataque de miembros del EI contra manifestantes de la minoría chií hazara de Afganistán acabó con la vida de 80 personas y dejó más de 200 heridos en la capital afgana.
En septiembre un doble atentado suicida cerca también del Ministerio de Defensa en Kabul dejó 37 muertos y 103 heridos, y un mes después un ataque contra un templo chií en la capital causó 18 muertos y más de 50 heridos.
