La crecida del río Paraguay llegó a un nivel crítico con más de 5 metros, mientras que las aguas amenazan con seguir avanzando hacia más viviendas. Es preocupante. La zona es vulnerable y los pobladores que viven a orillas del cauce hídrico son de escasos recursos.
Esta situación se está repitiendo cada año y el éxodo de este sector de la población continúa mientras no se avizora una solución definitiva para estas familias.
En épocas de lluvias e inundaciones, los afectados no solo deben abandonar sus viviendas, perder sus pertenencias y refugiarse en precarias viviendas de madera, donde tampoco escapan de las tormentas, sino que además son blanco de críticas por parte de algunos ciudadanos que no comprenden por qué estas miles de familias no se mudan definitivamente de un área inundable.
A este cuestionamiento, don Agustín Ayala contesta: “Acá hay trabajo, si te vas lejos no hay ni para pescar ni reciclar. Ko'ápe oĩ la pan de cada día, gracias a Dios y pese a la inundación”.
Él tiene 52 años y desde hace 40 vive en el Bañado Tacumbú. Se resiste a dejar su casa y dice que allí permanecerá hasta que las aguas lo obliguen a salir. Mientras tanto, por la calle que da a su hogar, siguen pasando sus vecinos que desesperados escapan de las zonas más bajas. En el caso de estas personas, la situación es más crítica y una nota periodística no es una opción ante la nueva amenaza de lluvia.
Las aguas están a centímetros del patio de don Agustín, quien, al otro lado del tejido que lo separa de la vereda, relata a Última Hora que pese a las inundaciones los bañadenses tienen fuente de trabajo seguro, ya sea en la pesca o en el reciclaje, motivo que los obliga a resistir.
Reconoció que reciben ayuda, pero para él y otros vecinos esa no es una solución que pueda sostenerse en el tiempo. Esa es la razón por la cual prefieren no mudarse.
Ayala, quien vive con su madre, hermana y sobrinos, cuenta que en toda su vida tuvieron que sobrellevar varias inundaciones, y que cada vez son peores. Lamentó también la situación que les toca vivir a él y a todas las familias del lugar. “Desastre la situación”, fue la expresión del hombre, que describe el escenario que les toca vivir.
Este jueves, el nivel del río Paraguay subió cuatro centímetros y se espera que en los próximos días llegue a los seis metros.
El panorama es desalentador: calles inundadas, viviendas bajo agua, vecinos llevando sus pertenencias y hasta sus mascotas hasta algún un lugar seco donde puedan continuar con su día a día.
Es la desesperante realidad de los bañados de Asunción. Allí sus pobladores se desplazan en medio de carencias y urgencias ante las continuas lluvias y la falta de una solución definitiva a un problema que cada año arremete con más fuerza.