La Comisión Nacional de Juegos de Azar (Conajzar) lanzó anoche un comunicado de prensa en el que informó a la opinión pública que tomó la decisión de revocar de manera inmediata la renovación de las licencias a favor de los casinos Hotel Acaray (Ciudad del Este) y Carnaval (Encarnación).
La decisión se dio luego de una reunión sostenida entre el presidente de Conajzar, Óscar Portillo, y el primer mandatario, Horacio Cartes, como consecuencia de la reacción del equipo de transición del presidente electo Mario Abdo Benítez, que amenazó incluso con ir a la Fiscalía para anular la renovación de las licencias.
ÚH reveló ayer que Conajzar renovó con siete años de antelación las licencias de ambos casinos, que expiran recién en el 2025 y con la renovación iban a extenderse hasta el 2035.
Desde el equipo de transición del presidente electo cuestionaron duramente lo actuado por Conajzar y lanzaron sospechas de que sería un negociado del Gobierno, a dos meses de dejar el poder.
Juan Ernesto Villamayor, coordinador del equipo de transición, había aseverado que era ilegal renovar la licencia de los casinos, y que debía haberse dado una licitación.
El presidente de Conajzar había informado que la renovación de ambas licencias la resolvió el directorio de la institución el viernes pasado, y que en años anteriores ya se había efectuado la ampliación de las mismas en dos ocasiones (2007 y 2011).
Antes de que se reuniera con Cartes, Portillo volvió ayer a justificar las resoluciones que ampliaban las licencias y mencionó que se realizaron con base a dictámenes de la misma Contraloría, Abogacía del Tesoro y la Procuraduría General de la República.
Hotel Casino Acaray pertenece a la firma Azar Internacional SA, cuyo dueño es el argentino Jorge Goitía y a quien se lo conoce en el país vecino como el zar del juego. Reside actualmente en Corrientes. Uno de los accionistas de la firma es la familia del encuestador Francisco Capli.
De acuerdo con Portillo, este casino abona un canon mensual fijo de G. 402.035.403 mensuales y desde el 2025 iba a tener un reajuste del 15%, además de la obligación de invertir USD 4 millones y donar USD 1.500.000 en equipos médicos a favor de las instituciones médicas que Conajzar determine.
Por el otro lado, Carnaval es propiedad de Casinos Paraguayos SA, firma que actualmente paga G. 74.880.506 como canon, que también iba a tener un reajuste del 15%.
El comunicado de Conajzar anunciando la revocación de la ampliación de las licencias por diez años se dio luego de que ayer el presidente Cartes firmara finalmente el decreto que integra el equipo de transición para el traspaso de mando.
Javier Balbuena, ex presidente de Conajzar, había calificado de injusta la renovación de las licencias de los casinos y dijo que cuando él estaba al frente de la entidad se oponía a este tipo de renovaciones. Recalcó que los permisos tenían que haber sido licitados, porque a las nuevas empresas que piden licencias se les exige inversiones millonarias.
La cifra
7 años antes de que se extinguieran las licencias, Conajzar había renovado las mismas a los dos casinos.
Reacción de la Contraloría
En vista de la decisión de Conazjar de renovar la licencia (que finalmente fue revocada), la Contraloría General de la República (CGR) había decidido investigar el caso. La decisión se tomó luego de que la publicación de ÚH mostrara que la renovación se hizo a pedido de parte y con 7 años de anticipación, según señalaron desde la entidad contralora.
La Contraloría ya había iniciado otras investigaciones a Conajzar y una de ellas fue sobre la licitación para las apuestas deportivas. En este caso, incluso, recomendó cancelar el llamado, pero su pedido fue ignorado y finalmente la explotación fue adjudicada a Daruma Sam (Apostala).