El veterinario Fernando Vera explicó que existen medicamentos para tranquilizar o sedar de forma leve a los caninos para que no pasen muy mal las noches de mayor estruendo, que son por lo general el 24 y 31 de diciembre.
“Son productos de administración oral, pero que no se pueden usar de forma diaria”, explicó el profesional.
Las dosis son de acuerdo al peso y, por lo general, en las casas se les da “a ojo”, indicó.
Agregó que lo ideal es pesar a la mascota y estar seguro de su peso para proporcionarle la dosis correcta y que el efecto dure lo necesario.
Luego de este procedimiento, recomienda acomodar al perro en un lugar tranquilo, si es posible bajo aire acondicionado, para que descanse.
De esta manera bajará el nivel de excitación y molestia que le generan los estruendos de las bombas.
Sobredosis. Saber el peso exacto de la mascota para medicarlo evitaría una sobredosis, explica Vera.
La sobredosis podría generar somnolencia en la mascota por mucho más tiempo de lo requerido.
Algodón. Ponerle algodón en el orificio de las orejas también podría ayudar, sin embargo, es normal que ellos sacudan la cabeza para sacárselo.
“Ellos no entienden por qué se les pone el algodón y como les molesta, se quitan, por lo que no es muy efectivo”, indica el médico veterinario.