EFE
El abogado Maximiliano Rusconi sostuvo este viernes que Nisman leyó los diarios por Internet en la mañana del domingo 18 de enero, el mismo día en que el cadáver fue hallado en el baño de su casa con un tiro en la cabeza.
“Eso surge de una búsqueda racional por parte del usuario. Hay ciertos parámetros que podrían determinar que es un tercero. Pero acá los movimientos fueron totalmente compatibles con el rol funcional del fiscal”, sostuvo Rusconi en declaraciones a la radio argentina La Red.
Según la investigación encargada por la ex mujer de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, el fiscal murió en algún momento de la tarde o noche del sábado 17, un horario en el que, según el propio Lagomarsino, él se encontraba en el departamento del fiscal.
Lagomarsino, un informático que trabajaba como colaborador con el fiscal en la unidad de investigación sobre el caso del atentado contra la mutual judía AMIA, le prestó su arma ese sábado a Nisman.
Por ese acto, el técnico es hasta el momento el único imputado en la causa, ya que la legislación argentina prohíbe prestar armas a personas que no tienen autorizado su uso.
Nisman, que investigaba el atentado de 1994 contra la mutualista judía AMIA, fue encontrado muerto de un disparo en la cabeza en su apartamento el 18 de enero, cuatro días después de denunciar a la presidenta argentina, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento de los iraníes acusados de ese acto terrorista.
La investigación, que avanza entre contradicciones entre la fiscalía encargada del caso y los informes de la querella, no ha arrojado pruebas concluyentes para volcarse hacia las hipótesis de suicidio o asesinato.
Aunque las pericias oficiales descartaron la intervención de terceras personas, la ex mujer del fiscal rechazó el jueves la posibilidad de un accidente o suicidio y reiteró que a Nisman “lo mataron”.