EFE
” No consensué. Es una atribución del presidente (constitucional), no tienes por qué consultar con nadie”, declaró Cartes en su último viaje oficial al extranjero como presidente, durante un desayuno de trabajo organizado por el Congreso Mundial Judío.
A Abdo Benítez, presidente electo, “le va a tocar dirigir a partir del 15 de agosto y no nos va a tener como adversarios, sino como compañeros. Nosotros pondremos a Dios y a la patria como nuestra gran obligación y estaremos para colaborar”, defendió.
Sobre la polémica suscitada entre algunos sectores de Paraguay, cree que la mayoría respalda el traslado de la legación diplomática de Herzeliya (a las afueras de Tel Aviv) a Jerusalén, el tercer país en dar este paso después de EEUU y Guatemala.
“Nosotros somos un país muy católico, muy religioso, muy mariano, por encima de todas las cosas. La forma que recibo del Paraguay, todos creen que hoy el país está bendecido... muy feliz; siempre habrá alguna voz discordante, pero a eso hay que acostumbrarse”, aseguró a Efe.
Para el presidente paraguayo, el traslado supone “poner a la historia en su lugar” y “una reparación histórica” con Israel, después de que Naciones Unidas pidieran a los países que sacaran sus embajadas de la ciudad por la anexión israelí en 1980 de la parte Este de la urbe, ocupada desde 1967.
“El que tenga dudas, yo le recomiendo que lea la Biblia y se va a enterar de que la capital por siempre fue aquí, en Jerusalén”, defendió.
Sobre el rechazo de las autoridades palestinas, que ayer calificaron al presidente de Paraguay de “líder irresponsable”, Cartes señaló que no siempre se puede agradar a todo el mundo y que hay que “manejarse por convicciones”.
Este último día en la agenda oficial del presidente paraguayo se incluye una visita a la Universidad Hebrea de Jerusalén y un almuerzo con el ministro de Turismo, Yariv Levin, antes de volar a Paraguay, a las 13.00 GMT.