Gerardo Daniel Portillo estaba a punto de bajar del colectivo de la Línea 20 Choferes del Chaco. Se había sentado en uno de los asientos, próximos a la puerta trasera, con su hija Lady Belén Portillo, de 2 años, a quien llevaba en el regazo. Bajaban por la calle Humaitá y al cruzar Nuestra Señora de la Asunción sintió un impacto. Tan grande fue que le arrebató a la niña, lanzándola del bus por la ventanilla rota. Eran pasadas las 11.00 horas de ayer.
El colectivo en el que viajaba Gerardo con su hija fue chocado por otro bus de la Línea 12 Magno. Tan fuerte fue el impacto que el bus de la Línea 20, que fue chocado cuando cruzó Nuestra Señora, arrastró a otros tres vehículos que estaban estacionados sobre la calle Humaitá y fue a parar contra la pared del Hotel City.
En el mismo episodio también perdió la vida Diego Arturo Suárez Martínez (30) chofer de la Línea 12, quien murió en el acto, decapitado. Otras seis personas también resultaron heridas y fueron trasladadas al Hospital del Trauma. Entre los más graves está Vidal Segovia González, según fuentes policiales.
Entre los heridos también se encuentra un peatón, Óscar Giménez, quien se salvó de milagro de ser aplastado por uno de los buses. El hombre sufrió raspones y cortes leves.
El comisario Amado Cantero afirmó que fueron seis los heridos, la mayoría pasajeros de la Línea 20, precisó.
TESTIMONIO. “Nos habíamos subido a la Línea 20 que venía muy rápido y el otro colectivo nos salió de golpe. Estaba con mi hija en el regazo. Salió de mí, despedida de la ventanilla”, contó Gerardo, todavía con voz temblorosa, parado sobre el asfalto cubierto de vidrios rotos. Sus afirmaciones sobre la alta velocidad e imprudencia de ambos choferes fueron confirmadas por las imágenes de circuito cerrado, en donde se podía ver la alta velocidad que llevaban ambos transportes públicos de pasajeros.
DESATINO. Uno de los detalles llamativos es la circulación de un bus de la Línea 12 por la calle Nuestra Señora de la Asunción, que no figura en su itinerario. Al parecer, estaba haciendo el desvío por las obras de recapado de la calle Presidente Franco, que es su vía natural, pero pudiendo haber retomado en General Díaz, inclusive por Palma, como lo hacían los demás buses, no lo hizo.
“El chofer desvió el ininerario porque se estaban refaccionando algunas calles. Eso es categórico”, explicó Javier Fernández, jefe de Operaciones de la Línea 12, que aseguró que estaban al tanto de esa maniobra, ya que tienen un centro de monitoreo en la parada, en San Lorenzo.
El conductor de ese bus circulaba a gran velocidad y no respetó un cartel de PARE, ubicado en la esquina, pasando de largo e impactando contra el otro bus que bajaba por la calle Humaitá.
Otra posibilidad que se está manejando –fuera de la imprudencia– es que el conductor de la Linea 12 haya sufrido un problema de salud. De hecho, anoche, la empresa Magno consideró, en un comunicado, al chofer Diego Suárez como un profesional impecable.