EFE
La película de Gamarano fue recompensada con el Premio Revelación France 4 por su “creatividad” y con el de la Fundación Gan de ayuda a la distribución.
“Es un honor enorme”, dijo el realizador al recibir el premio, que lo dedicó especialmente a su equipo, que le siguió “en ese viaje loco” en el que retrata el fatídico último tramo del año sabático que se tomó su amigo de la infancia Gabriel Buchmann.
La película traza su paso por Kenia, Tanzania, Zambia y Malaui, país donde desapareció en agosto de 2009 tras haber decidido subir en solitario el monte Mulaje, e incluye a algunas de las personas que se cruzaron con él en la vida real.
Para el director, el haber conseguido llegar a Cannes era en sí un reconocimiento: “Yo ya estaba tan feliz de estar aquí, creía que no podía mejorar”, reconoció a Efe.
Aunque no obtuvo la máxima distinción, Gamarano señaló que haberse llevado otras dos “puede que sea incluso mejor, porque significa que a dos jurados distintos les gustó la película. Es una validación extra, y el de la distribución creo que nos va a ayudar mucho”.
“Gabriel e a montanha” es su segundo filme, tras “Casa Grande"(2014), los documentales “Laura” (2011) y “Canosaone” (2008) y los cortometrajes “Beijo de sal” (2007) y “La muerte es pequeña” (2005), seleccionados en algunos festivales como los de Nueva York, Guadalajara o Sundance.
“Lo próximo, ahora mismo, realmente son unas vacaciones, porque llevo trabajando mucho tiempo en esta película, gran parte del tiempo sin recibir nada de dinero, solo por amor. Ahora quiero descansar durante una semana”, añadió.
Este apartado paralelo de Cannes, creado en 1962 por el Sindicato Francés de la Crítica de Cine, está consagrado al descubrimiento de jóvenes talentos, de quienes proyecta sus primeras o segundas cintas.
Entre los siete largometrajes que competían en esta edición, con un jurado presidido por el realizador brasileño Kleber Mendonça Filho, estaban también “La familia”, coproducción de Venezuela, Chile y Noruega dirigida por el venezolano Gustavo Rondón, y “Los Perros”, coproducción franco-chilena de Marcela Said.
Otro de los diez cortometrajes proyectados en la Croisette que aspiraban igualmente a una distinción fue “Selva”, una historia sobre separaciones y migraciones de la costarricense y argentina Sofía Quirós.