“Abandonó la prisión esta mañana, sin incidentes, y sigue para arresto domiciliario”, dijo una asesora de la Secretaría de Administración Penitenciaria de ese estado.
Acusado de corrupción por una causa derivada del megaescándalo de desvíos y sobornos en la estatal Petrobras, Batista, de 60 años, había recibido luz verde de la Corte Suprema el viernes para dejar el presidio de Bangu, lo que finalmente se concretó ayer domingo.
Emblema de los años en que Brasil era el favorito de los mercados, Batista fue arrestado preventivamente el 30 de enero, tras aterrizar en un vuelo procedente de Nueva York, cuatro días después de que la policía allanara su domicilio de Río.
Tres meses después, el juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Gilmar Mendes consideró que su encarcelamiento era excesivo. Batista es sospechoso de haber pagado 16,5 millones dólares al entonces gobernador de Río Sergio Cabral por una operación que en realidad nunca existió de compra y venta de una mina de oro. afp