Alejandro López, periodista de Telefuturo, dio a conocer este jueves que, mediante la ayuda de los propios estudiantes Derecho, se pudo identificar al segundo agresor; a quien se lo ve en la foto recuperada por el equipo de ÚH tratando se arrebatar la cámara de Gustavo Ávalos, cuando este intentaba realizar su trabajo.
Se trata de Juan Ramírez. En la noche del conflicto (martes) llevaba puesta una remera blanca, listo para disfrutar del cierre de campaña de Alejandra López (hija del ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas, Hugo Vera), quien, para aumentar su popularidad y demostrar su “poder”, sorteó un automóvil y un pasaje ida y vuelta a Camboriú (Brasil) todo pago.
Según el relato de las víctimas, tres universitarios se acercaron con cuchillo en mano, con el que amenazaron de muerte a Alejandro López, con el fin de que su camarógrafo elimine todas las imágenes captadas, debido a que el momento en que bajaban a la facultad varias cajas de bebidas alcohólicas quedó grabado en un video de Telefuturo.
Los supuestos alumnos se encontraban, presumiblemente, bajo los efectos del alcohol, según manifestó uno de los afectados. Luego de agredir a los comunicadores, uno de los agresores tiró la cámara filmadora al suelo y luego atacaron al fotorreportero de este medio, Juan Agüero, quien captaba imágenes de lo que pasaba. Le rompieron la camisa y, con el cordón de la cámara, además, intentaron ahorcarlo.
Además de Juan Ramírez, el otro agresor identificado es Guillermo Cañiza, quien cuenta con un proceso judicial en trámite (libertad ambulatoria) por perturbación a la paz pública cuando propició un conflicto entre barras bravas de la mano de su amigo Carlos Aquiles Báez, de Cerro Porteño. Este hecho ocurrió en el año 2014.
Guillermo no podía ingerir bebidas alcohólicas en la calle, tampoco portar armas; sin embargo, con un puñal trató de intimidar a López, colocando el cuchillo en la zona del estómago del periodista con el fin de que no pueda defender a sus compañeros que estaban siendo agredidos.
Por este caso, los tres trabajadores de este medio deben prestar declaración ante la Fiscalía barrial Nº 7, ubicada en inmediaciones del Colegio Técnico Javier, desde las 08.00.
El periodista Alejandro López dijo a nuestra redacción que además vio en redes sociales, mediante una indagación, que algunos alumnos de la “alta casa de estudios” realizaron bromas y amenazas de que supuestamente este viernes, día de votaciones en Derecho UNA, esperan a los periodistas de todos los medios para que cubran el encuentro.
Por su parte, profesionales de varios medios de comunicación se solidarizaron con los colegas y este viernes, incluso, propusieron llegar hasta la sede educativa como símbolo de apoyo, mientras desarrollan la labor informativa.
EL HECHO.
El acto de violencia ocurrido el martes fue alertado a fuentes policiales de la Comisaría 12ª. Tras ello, los agentes policiales, a pesar de escuchar la denuncia de los afectados, decidieron omitir los testimonios, aparentemente por temor, y dando la espalda a las declaraciones de los periodistas subieron a la patrullera y se dieron a la fuga.
La denuncia quedó registrada posteriormente cuando los comunicadores se acercaron hasta la sede policial.
MUCHO DINERO. Alejandra Vera es candidata por Alianza para la Victoria, que está conformada por otros dos movimientos: Universitarios Unidos y Frente Autónomo por un Centro Unido.
La joven intenta ganar votos para llegar a la presidencia del Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho a través de una campaña que incluye el sorteo de un auto de la marca Toyota y pasajes a Camboriú. El equipo de la hija del ministro de la Senad sorteó estos bienes, pese a las denuncias. A esto se suma la barra libre de tragos y cervezas para los invitados durante el cierre de campaña de Vera.
La campaña de esta agrupación es apoyada por el presidente actual del Centro de Estudiantes, Alejandro Koopmann, quien fue objeto de críticas durante las masivas movilizaciones estudiantiles que buscaban acabar con la rosca mafiosa en la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Su sector no acompañaba los cambios que pretendían los universitarios de diferentes facultades en el marco de “UNA, no te calles”.