El Evangelio nos habla del encuentro misericordioso de Jesús con Zaqueo.
Zaqueo tiene al Maestro, y con él lo tiene todo. No se asusta de que la acogida de Cristo en la propia casa pudiese amenazar, por ejemplo, su carrera profesional, o hacerle difícil algunas acciones, ligadas con su actividad de jefe de publicanos.
Cuando Jesús entró en casa de Zaqueo, muchos comenzaron a murmurar de que se hubiese hospedado en casa de un pecador. Entonces, el Señor pronunció estas consoladoras palabras, unas de las más bellas de todo el evangelio: Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también este es hijo de Abraham; porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.
También nos ha de ayudar la figura de Zaqueo para no dar nunca a nadie por perdido o irrecuperable para Dios.
El papa Francisco, a propósito de la lectura de hoy, dijo: “Y Jesús se detuvo, no pasó de largo precipitadamente, lo miró sin prisa, lo miró con paz. Lo miró con ojos de misericordia; lo miró como nadie lo había mirado antes. Y esa mirada abrió su corazón, lo hizo libre, lo sanó, le dio una esperanza, una nueva vida como a Zaqueo, a Bartimeo, a María Magdalena, a Pedro y también a cada uno de nosotros.
Su amor nos precede, su mirada se adelanta a nuestra necesidad. Él sabe ver más allá de las apariencias, más allá del pecado, más allá del fracaso o de la indignidad. Sabe ver más allá de la categoría social a la que podemos pertenecer. Él ve más allá de todo eso. Él ve esa dignidad de hijo, que todos tenemos, tal vez ensuciada por el pecado, pero siempre presente en el fondo de nuestra alma. Es nuestra dignidad de hijo. Él ha venido precisamente a buscar a todos aquellos que se sienten indignos de Dios, indignos de los demás. Dejémonos mirar por Jesús, dejemos que su mirada recorra nuestras calles, dejemos que su mirada nos devuelva la alegría, la esperanza, el gozo de la vida”.
(Frases extractadas de http://homiletica.org/francisfernandez/franciscofernandez0822.htm yhttps://es.catholic.net/op/articulos/10445/cat/331/zaqueo-hoy-ha-llegado-la-salvacion-a-esta-casa.html#modal)