“Y es que las cosas no están buenas en este fin de año, esto tiene muchos gastos”. El productor yerbatero cuenta con 105.000 plantines de yerba en su vivero ubicado en el barrio Obrero de Curuguaty, que, con esfuerzo y empleando a varias personas, bajo una precaria infraestructura, logra salir adelante.
Agregó que cuenta con unas 100.000 macetas para cargar. “Tengo los plantines y el abono, pero por falta de rubro no puedo avanzar, de mis propios medios estoy yendo, de acuerdo con las ventas vuelvo a reponer”, relató al tiempo de reiterar que no hay ningún apoyo del Estado para poder progresar.
Don Asoyá tiene un amor incondicional hacia la yerba mate, por lo que se esfuerza diariamente a pesar de las dificultades para mantenerse en el rubro. Contó que su profesión es técnico en reforestación y lamentó que ya se estén acabando los montes porque antiguamente la yerba se cultivaba en los montes de los departamentos de Canindeyú, Alto Paraná y San Pedro. Finalmente, el productor dijo esperar que las autoridades brinden las oportunidades para poder acceder a créditos y fortalecer la producción.
Cuenta la historia que la región era eminentemente yerbatera. La principal prueba de dicha actividad forestal es el carrito trasportador de yerba mate que se conserva como reliquia en la principal plaza de la ciudad, la Plaza Capitán Troche y sus 34 Curuguateños. EC