El voto de Villarejo no constaba y se generó una confusión, ya que según los registros de la Cámara Baja estuvo presente en la sala pero no votó.
En la sesión del pasado martes, el bloque colorado hizo valer su propia mayoría y dio media sanción al proyecto que finalmente no servirá para obtener la transparencia y la trazabilidad de los fondos que se utilizan en las campañas electorales. La aprobación se concretó con ayuda de votos de tres liberales llanistas.
Con el argumento de que es de cumplimiento imposible, principalmente para los candidatos a cargos partidarios del interior del país, cercenaron la iniciativa presentada por la diputada patriaqueridista Rocío Vallejo con el apoyo de varios de sus colegas.
Con los cambios que realizaron en el artículo 64 de la ley, se elimina la responsabilidad individual de los candidatos y se deja nuevamente en manos de los movimientos la rendición de cuentas. El argumento del cartista Derlis Maidana fue que en las internas son precandidatos y que la calidad de candidato solamente se obtiene al superar la interna partidaria.
Así, la mayoría de los legisladores encontraron la manera de seguir blindados del control. En lo que respecta a las elecciones generales, incluyeron que sean solamente los ordenadores de gastos (presidente, gobernadores, intendentes), quienes estén obligados a informar sobre los fondos utilizados en las campañas. Los candidatos a concejales, tanto municipales como departamentales, al igual que los que pugnan por cargos partidarios, quedan fuera del control.
NO FUE ESCUCHADO. Villarejo solicitó a sus colegas que por lo menos se incluya a los candidatos de cuerpos colegiados, pero no tuvo éxito. “La campaña de los colegiados es una lavandería (de dinero)”, acusó al tiempo de recordar a la ex diputada Cynthia Tarragó, presa en EEUU.
El líder de la bancada cartista Basilio Núñez, fue uno de los principales operadores para truncar el proyecto, y habló de la inconstitucionalidad de la normativa.