Víctor Galeano
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Ponen rejas a todo porque están hartos de la inseguridad, esa inseguridad que recorre las veredas, calles y avenidas a toda hora del día, de personas inescrupulosas que merodean los barrios viendo donde ingresar o aguardando el descuido de posibles víctimas a quien asaltar o despojar alguno objeto de valor.
Eso es el día a día de los pobladores de Villa Elisa, una ciudad del Departamento Central, con una proyección de 87.309 habitantes para el 2025, según el último Censo.
La ciudad no escapa a los hechos delictivos siendo la violencia intrafamiliar, uno de los hechos más denunciados el año pasado en dicha localidad, al igual que en todo el Departamento Central.
Los hechos de robos, hurtos y asaltos son también los otros flagelos que golpean duramente a la población villaeliseña, traduciéndose en una angustiante preocupación por el peligro latente de ser víctimas de los delincuentes.
Durante unos recorridos realizados por los distintos barrios, hemos visto que los propietarios de viviendas, despensas y comercios de todo tipo, decidieron implementar o ampliar el nivel de seguridad para sus dependencias.
Se trata de viviendas con murallas más altas, la mayoría con rejas, cuchillas y hasta alambres electrificados. Otros más extremos incluso colocaron doble cerco perimetral con cuchillas.
Las cámaras de circuito cerrado es casi una constante visual en la zona, además de también proteger con rejas y candados los medidores de electricidad y agua, así como también los compresores de aires acondicionadores que quedan expuestos hacia los patios o calle de los inmuebles.
El enrejamiento de las viviendas es con el objetivo de evitar los robos que igualmente se registran de manera diaria en todos los barrios de la ciudad.
Algunos pobladores, como Doña Inocencia Pereira, residente del Barrio 3 Bocas, afirman que los hechos de delictivos disminuyeron en la zona, debido a que hace un tiempo lograron organizarse y formaron una Comisión Vecinal con la que trabajan el tema seguridad. “Los adictos recorren y miran las casas, pero no se animan a entrar porque tenemos perros o ven las rejas y principalmente las cámaras que colocamos con la comisión,” indicó la mujer.
En ese sentido, don Honófre Cortázar refirió que tuvieron que reforzar los niveles de seguridad y además, solicitaron la instalación de más alumbrados públicos a la Administración Nacional de Electricidad (Ande).
“La inversión a veces es grande, pero no hay nada mejor que vivir tranquilos, porque en cualquier momento puede pasar cualquier cosa” señaló el hombre.
Cinthia Melgarejo, residente del barrio Centro, contó que tuvo que colocar rejas a su bodega y vivienda, luego de que el pasado mes de diciembre, delincuentes hayan intentado abrir el blindex de su negocio, que al no conseguir el objetivo treparon la muralla y entraron al patio para hurtar varios objetos. “Después de eso tuvimos que poner mucha más seguridad en la casa y el negocio, tuvimos que enrejar todo para que no entren más porque en cualquier momento te perjudican”, relató.
ROBO A UNA ABUELA
Un caso reciente de inseguridad ocurrió el pasado miércoles y tuvo como víctima a una abuela de 85 años, que atiende una despensa.
La despensera, conocida como doña Perla, fue visitada por una pareja de delincuentes que fingió ser cliente para robarle la recaudación de la caja y alzarse con G. 400 mil.
La víctima contó que la chica le pidió un hielo y luego un lácteo, y mientras fue a buscar la mercadería, el hombre aprovechó la situación para sacar todo el dinero de la caja registradora. Sin embargo, el hecho quedó grabado por las cámaras de seguridad del local.
TRAS LAS REJAS.
Debido este tipo de hechos del que fue víctima doña Perla es que la mayoría de los comerciantes de la zona deciden despachar sus negocios tras las rejas de seguridad.
Es el caso de Gustavo Romero, quien afirmó que atiende su despensa sin abrir las rejas para evitar ser víctimas de descuidistas, personas que al mínimo descuido se alzan con alguna mercadería o algo de valor.
El despensero contó que decidió enrejar todas las puertas y ventanas de la casa, incluso de la planta alta y hasta los medidores de ANDE y Essap para mayor protección. Además, colocó un sistema de circuito cerrado con varias cámaras de seguridad, resaltando una inversión alta en materia de seguridad.
“Por todo lo que está pasando, implementamos toda esta seguridad y desde una rejita nomás atendemos ahora”, indicó Romero y remarcó que no abre la puerta en ningún momento del día.
Indicó también que la inseguridad de la zona ha mermado en gran medida y detalló que eso se debe a que los agentes del Grupo Lince realizan constantemente sus patrullas.
“Se nota el cambio, poco se ve por ahora a los chespis caminar por acá, antes se los veía a cada rato, pero ahora menos se los ve”, detalló don Romero.
ADICCIÓN
Ana Medina, propietaria de una modesta despensa en el Barrio Ypatí, nos contó que hace 12 años colocó una reja a su negocio y desde entonces atiende a su cliente tras las varillas.
La mujer mencionó que la seguridad en la zona se ve alterada a veces por hechos de asaltos a personas que aguardan el colectivo sobre la avenida José Asunción Flores y que son perpetrados por motochorros. Precisó que afortunadamente no fue víctima de hechos de inseguridad, pero eso no le hace bajar la guardia y siempre se mantiene despachando con los portones de su negocio cerrados. “Más le pasaba a la gente que esperaba el colectivo para ir a su trabajo, ya que tenían sus celulares o su cartera y eso le llevaban”, detalló Ana.
La mujer resaltó que el problema de inseguridad que más afecta a esa zona son cometidos por adictos conocidos como chespis, que recorren los barrios en busca de algún descuido para alzarse con algún objeto de valor que pueda ser vendido rápidamente para adquirir sus dosis. Incluso, una comisión vecinal intervino para la venta de un inmueble que era usado como aguantadero.
“Era una vivienda que se usaba como aguantadero, donde se juntaba gente de toda clase, principalmente malvivientes y se llegó a vender porque nos reunimos con los vecinos para armar una comisión y pedir que se haga algo allí apareció la dueña quien vendió y la casa y se fueron todos detrás de ella”, señaló.
DELINCUENTE PRECOZ
Los residentes relataron sobre un conocido delincuente precoz, de 16 años, que mantenía en zozobra a los pobladores, debido a que siempre andaba armado y perpetraba violentos asaltos. El adolescente fue detenido el pasado 4 de enero, sindicado como el autor del asalto a una bodega de la zona, donde hirió de dos balazos al dueño.
El atracó había ocurrido el 16 de diciembre del año pasado, en una bodega de Villa Elisa.
En la ocasión, los delincuentes, liderados por el menor, llegaron a bordo de una motocicleta hasta el negocio. Uno de ellos bajó del biciclo y cuando el dueño intentó tomar su escopeta para defenderse, recibió dos balazos a la altura del hombro y el brazo.
La familia pudo identificar a los delincuentes y a pesar de que daba avisos a la comisaría local sobre su presencia en las inmediaciones, los agentes no lograban capturarlo, lo que generaba temor entre los vecinos, que conocían del caso y al autor.
87.309 habitantes tiene proyectado para el 2025 la ciudad de Villa Elisa, según el último Censo realizado en el 2022.
(021) 940-276 es la línea baja de la Comisaría 13ª de Villa Elisa, ubicada sobre la avenida Von Poleski c/ Américo Picco.
911 el Sistema de Emergencia de la Policía Nacional para realizar denuncias sobre hechos de inseguridad.
“Interactuar con la sociedad civil fortalece la seguridad”
El Comisario Alfonso Caballero, jefe de la comisaría 11ª Arroyo Seco, confirmó que la violencia intrafamiliar es el hecho más denunciado en su dependencia, seguido de los casos de robos, hurtos y asaltos.
El uniformado apuntó a los barrios Cerrito y Sagrado Corazón de Jesús como las zonas rojas de su jurisdicción, donde constantemente vienen realizando allanamientos en conjunto con agentes de la Fiscalía y de Antinarcóticos, de manera a controlar la situación de los adictos y el microtráfico.
Indicó que hace diez días se logró la incautación de una buena cantidad de cocaína y crac, además de dinero en efectivo, dos armas de fuego y un automóvil.
“Para lograr esto se debe interactuar con la sociedad civil y en este sentido, son fundamentales las comisiones vecinales, con quienes se fortalece la seguridad en las distintas zonas”, indicó el jefe policial.
El comisario mencionó un hecho de asalto registrado el pasado miércoles, a las 11:15, sobre la avenida Fernando de la Mora Zona Sur, a cinco cuadras del Banco GNB, ubicado sobre Acceso Sur.
Fueron dos personas a bordo de una motocicleta quienes encañonaron a Roger Gustavo Caballero (30), quien acudió a dicha entidad bancaria a fin de efectivizar el monto de G. 46.500.000.
Al salir del banco fue para realizar otras gestiones para la empresa a la que pertenece, cuando fue asaltado.
El jefe policial contó que conversó con el patrón de la víctima, a quien consultó si él había consentido Caballero para realizar otras gestiones con el dinero encima, teniendo en cuenta que contando con un monto tan elevado facilita a los malechores el hecho punible.
“Cualquiera de repente, por la situación económica que estamos atravesando, se animaría a asaltarte”, indicó. El jefe policial consideró que el hombre tras efectivizar el cheque debía acudir a su empresa de manera a no exponerse. En ese sentido, insta a la ciudadanía a tomar mayores recaudos a la hora de trasladar valores.
Las comisarías de Villa Elisa cuentan con un total de 6 camionetas y 2 automóviles, además de 5 motocicletas y la colaboración de 50 agentes del Grupo Lince distribuidos en dos turnos.
