Entre esas variables, mencionó el presupuesto del Ministerio que ha sufrido varios recortes. El viceministro considera esto un condicionante puesto que rotar funcionarios de las representaciones diplomáticas y consulares tiene un costo, “dependiendo de qué consulados quieran considerar”.
Además en estas representaciones hay contratados locales. El cierre de un consulado implicaría indemnizar a estos. “El Estado tendrá que hacer una serie de erogaciones para ejecutar los cambios”, resaltó. De ahí que no recomienda adoptar ahora ninguna decisión en ese sentido. La situación de pandemia es impredecible, no se sabe cuándo terminará todo. “Son muchos factores a considerar, por eso no me quisiera apresurar para un proceso así”. Citó como ejemplo los 13 consulados paraguayos en la Argentina. Estos, además de su relacionamiento con el gobierno central, mantienen una relación muy estrecha con los gobiernos provinciales. Lo que ha sido vital para repatriar a los compatriotas durante la cuarentena, puesto que para el paso de los autobuses hay que solicitar permiso a cada provincia. “Tomar decisiones ahora sería a ciegas, no sabemos en qué puede desembocar”, reiteró.