Jorge Villalba, de 62 años, se encuentra recuperándose en el Centro de Emergencias Médicas tras haber sido sometido a varias cirugías, pues dos perros de raza Pitbull, propiedad de su hijo Daniel, lo atacaron en la noche del 31 de enero.
“Uno lo agarraba de la barriga y el otro de la cara”, relató Héctor Morays, el vecino que salió a socorrer a Jorge cuando este pedía a gritos auxilio mientras se encontraba tirado en el suelo de su casa (La Esperanza y Carretero del Chaco), luchando contra los dos perros que lo mordían.
“Los policías que estaban ahí no se animaron a entrar a ayudarle, entonces entré yo. Los perros no lo soltaban”, indicó Héctor. Relató que entró primero como señuelo, captó la atención de los animales que se acercaron a él sin hacerle daño, pero vieron a Jorge reincorporándose y volvieron a atacarlo.
“Los policías no se animaron a dispararles a los perros y ellos ya empezaban a morderle en la cara, entonces les dije que disparen al aire, los perros me persiguieron. Corrí hasta el pasillo que tiene la casa, cerraron de mí el portón y el macho se quedó mirándome, y yo le demostré que no le tenía miedo. Cuando se acercó, le pateé", relató.
El héroe comentó que pidió a los policías intervinientes que le presten el arma para defenderse y poder sacar a la víctima, pero los mismos no accedieron y tampoco se animaron a trasladarlo a Emergencias Médicas.
LOS PERROS. Kuman y Sasha son los dos perros que atacaron al sexagenario. Ambos pertenecen a Daniel Villalba, quien afirma no entender por qué los animales atacaron con saña a su padre. “Mi padre es un alcohólico. No lo niego. Debió estar muy borracho y les hizo algo para que hagan eso”, comentó.
Afirmó que los perros nunca se manifestaron agresivos y que incluso los niños les caen muy bien. “Mi hija se sube sobre ellos y juega. Son muy tranquilos y no sé por qué mis vecinos quieren que los sacrifique”, lamentó.
Juan Carlos Villalba, el otro hijo de don Jorge, también señaló que los perros eran muy tranquilos y bien cuidados. “Mi papá les habrá hecho algo, ya le habían mordido una vez”, refirió.
DISPARIDAD. Opiniones a favor y en contra de los animales tienen los vecinos de Daniel. Para algunos, los caninos deben ser sacrificados pese a que los mismos no tienen antecedentes de morder a alguien.
Para Héctor Morays, Estela Arévalos y doña Concepción, tanto Sasha como Kuman no son agresivos. “Tal vez el ñembokapu del 31 los alteró mucho”, indicó Concepción.
Daniel denunció que algunos vecinos habían tirado a su patio carne con trocitos de vidrio, por eso Kuman y Sasha fueron trasladados a San Ignacio, a la estancia de una activista de Adoptame.