Denuncias de abusos en niños, niñas y adolescentes aumentaron durante los dos años de pandemia, más allá de las estadísticas el Ministerio de la Niñez (Minna), refiere como fenómeno del encierro y las medidas por el Covid-19 un mayor involucramiento de la comunidad para realizar los reportes. Y un mayor compromiso ante la vulneración de los derechos de los menores.
Unos 141 casos más de abuso sexual se registraron en el 2021, con relación al 2020, año de mayor encierro, según el viceministro de Niñez y la Adolescencia Eduardo Escobar. Los datos comparativos señalan que en el 2020 se alcanzaron 2.706 casos denunciados, mientras que el 2021 se llegó a 2.847, llegando solo en diciembre a 122, lo que fue un promedio de 4 reportes por día, según el Ministerio Público y el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia. “El 2020 fue un año muy complejo, hay que recordar que las escuelas se cerraron y son los docentes los que ayudan a la detección de los casos, como un agente muy importante. Por eso cuando inicien las clases vamos a contar de nuevo con un aliado como el Ministerio de Educación, para poder proteger a más niños”, explica Escobar. Para el viceministro los resultados del 2021 en tanto demuestran que sin el retorno total de las clases presenciales, las demandas a abusadores dependieron de miembros de la comunidad donde los vecinos fueron determinantes. “Hay que resaltar que la sociedad está despertando y ya no está tolerando este tipo de conductas; es muy importante esa vinculación de parte de la comunidad que está perdiendo el miedo y está denunciando. Y se está empoderando en cuanto a la protección de los niños, eso se notó muchísimo durante la época de pandemia, porque sin docentes los vecinos encabezaban la lista de los denunciantes”, subrayó Escobar. El funcionario destacó que en los dos años de la pandemia se observó un cambio positivo en el comportamiento de la comunidad, que prefiere ya no guardar silencio, que es justamente un objetivo de la cartera estatal que busca se entienda a la niñez como responsabilidad de todos. “Es un fenómeno que lo analizamos como una buena señal, el abuso no ocurre como un hecho punible normal, como un robo que se da a todas luces en la calle, ocurre en un entorno muy cerrado, y a veces es el niño que cuenta algo inusual al hijo de su vecino en medio del juego, y es ahí donde llega al adulto que puede identificar y hace la diferencia al denunciar, y está visto que ya no se calla”, sentencio Escobar.
vIRUS PERSISTENTE
Más. Del 2020 al 2021 las denuncias pasaron de 2.700 a 2.800