“Es posible que en algunos casos la Santa Sede haya sido mal asesorada, incluso engañada. Creo que estamos aprendiendo de los errores y las imprudencias del pasado”, reconoció el jesuita español Juan Antonio Guerrero Alves, quien dirige desde enero la poderosa Secretaría para la Economía de la Santa Sede.
La avalancha de testimonios y documentos filtrados a la prensa sobre la investigación abierta hace un año sobre los opacos montajes financieros de la Santa Sede, han revelado un entramado de empresas y asesorías, que terminaron por crear un agujero de más de 500 millones de dólares, según la revista L’Espresso.
El patrimonio neto de todas las instituciones de la Santa Sede es de 4.000 millones de euros (4.698 millones dólares), incluida la Curia Romana, el Estado de la Ciudad del Vaticano –que gestiona los famosos museos–, el Banco del Vaticano, los fondos de pensiones y varias fundaciones.