La aplanadora cartista va achicando más el cerco a sus detractores políticos, coincidentemente con los dos años de gobierno del presidente Santiago Peña, y la semana pasada sacaron a relucir su parcialidad.
Mientras establecieron un sumario para el funcionario Martín Cogliolo, que trabaja en la oficina del senador Éver Villalba, dejaron impune la situación de los neposobris de la senadora Noelia Cabrera, quien responde abiertamente al cartismo.
El sumario que impondrá la presidencia del Congreso, a cargo de Basilio Núñez, al súbdito del senador liberal es más que un protocolo para deslindar responsabilidades, una medida política y, por sobre todo, para disuadir al opositor y a partir de este a toda la oposición de que el cartismo utilizará su mayoría para demostrar quién manda,
De hecho, el senador Eduardo Nakayama señaló que, más allá de que el cartismo se imponga “2x1” en mayoría en la Cámara, va a hacer lo que deba para infundir miedo y mostrar quién “manda”.
A partir de aquí cabe señalar quiénes están bajo sutil amenaza de destitución y a quiénes ya le advirtieron abiertamente sobre destituirlos.
En la mira. La diputada Rocío Vallejo había denunciado que por haber impulsado la pérdida de investidura del diputado Orlando Arévalo, la amenazaron vía WhatsApp, con destituirla.
Con anterioridad, en el 2024 el cartismo formalizó el pedido de sanción al diputado Raúl Benítez. Si bien no se llevó a votación, sirvió como un cháke por parte del cartismo, en particular del diputado Rodrigo Gamarra que fue el de la autoría. La amenaza de sanción fue porque Benítez profirió “groserías”, algo que sin embargo también realizan miembros del cartismo pero sin consecuencia alguna.
En la misma Cámara, el diputado Miguel Martínez (PLRA) también estuvo en la mira cartista, porque tildó de “colorratas” a sus colegas oficialistas. Se habría impulsado su sanción, si no fuera porque pidió disculpas, gesto que se analizará, según se supo.
A través de las redes sociales, intentaron endilgar al parlamentario liberal Éver Villalba y su correligionaria Celeste Amarilla supuestas irregularidades en la contratación del funcionario Martín Cogliolo Boccia, quien percibe G. 2.727.000. Cogliolo es sobrino político de la senadora liberal.
El cartismo pretende señalar que el funcionario seguía percibiendo su salario mientras realizaba viajes.
La senadora Yolanda Paredes, alertó de que el cartismo está hurgando y buscando elementos para ponerlos a raya. En tono desafiante, Paredes instó a los cartistas a que la destituyan, pero que no se someterá, por lo que se entiende que es otra de las amenazas por su postura crítica.
La senadora Esperanza Martínez, en la última sesión ordinaria de la Cámara Alta, expuso claramente cuál es otra medida que el cartismo está ejerciendo sobre los legisladores que no se alinean y manifiestan su oposición al actual gobierno y lo manifiestan abiertamente desde sus bancas. Una de estas medidas es la censura y no solo de micrófono, sino mediante el bloqueo de proyectos de iniciativa opositora, en especial las que apunten al beneficio ciudadano, según la parlamentaria. La senadora Esperanza Martínez lanzó agudas críticas al manejo cartista en este Gobierno y le valió el rechazo a tratar su proyecto sobre salario mínimo. El presidente del Congreso Basilio Bachi Núñez hizo la señal a su bancada que se vio públicamente. “Se defiende el mercado, pero sabemos de la injerencia de la familia del presidente de la República en los negocios financieros, en las compras públicas, en la obligación de afiliarse al Partido Colorado... que demuestran que el presidente... ni defiende los intereses de la mayoría”, dijo la legis- ladora. Esperanza adjudicó a una mayoría abusiva el hecho de que la “castiguen” políticamente. “Por eso me castigaron y no me dieron el voto para el tratamiento de un proyecto, o usted cree que no me doy cuenta, ‘no voten a Esperanza porque recién habló mal del Partido Colorado’”, reveló.