La perra, de cuatro años y de la raza springer spaniel inglés, olfatea el terreno boscoso en riesgo de sufrir incendios a fin de detectar a este icónico marsupial que habita en Australia y que se convirtió en una de las víctimas de los fuegos.
Acompañada de su entrenador, Ryan Tate, el animal marca con una parada los árboles donde se encuentran los koalas, generalmente a varios metros de altura y agarrados a los árboles, para que los guardas procedan al rescate y trasladen a los marsupiales a un lugar a salvo de las llamas. Taylor, como se llama esta perra de color blanco y manchas marrones, ayudó a rescatar al menos a 15 koalas en el estado oriental de Nueva Gales del Sur desde que en setiembre comenzaran los incendios forestales que arrasaron ya un terreno mayor al tamaño de Irlanda.
“En condiciones óptimas, puede localizar y seguir la pista de un koala a más de 125 metros de distancia”, apuntó el entrenador, dueño del centro de entrenamiento de animales Tate. Este dúo de rescatistas puede cubrir entre 10 y 35 kilómetros de terreno forestal por jornada. Estimaciones revelan que los incendios acabaron con más de 8.000 koalas. EFE