25 may. 2025

Una noble vocación

Gloria Ayala Person, presidente de la ADEC

La integridad implica ser entero, ser de una pieza, ser contigo como soy conmigo, ser auténtico. El éxito no puede ser medido solo en los resultados económicos, pues no son garantía de sustentabilidad. Un empresario no puede ser exitoso sin ser una persona íntegra.

Ser empresario no es tarea sencilla, debemos ser creativos, innovadores y visionarios, lo que implica asumir riesgos diariamente. La prudencia, cautela y alta responsabilidad alborotan sin descanso a nuestra conciencia, permaneciendo alertas protegiendo los vínculos de alto valor desarrollados con colaboradores, clientes, accionistas, proveedores, comunidad y Estado, mientras cuidamos nuestro impacto en el medio ambiente.

Siendo que lo único constante es el cambio, la vorágine del mundo globalizado nos lleva a plantear estrategias proactivas y reactivas, que permitan a la empresa adaptarse hábilmente al competitivo entorno, por lo que el empresario requiere de su ingenio y mejores competencias para capitanear equipos versátiles de alto rendimiento y compromiso.

El empresario debe revolucionar el mundo empresarial con herramientas ágiles y dinámicas, basándose en habilidades humanas como la empatía, flexibilidad, escucha activa, tolerancia y asertividad. En otras palabras, estamos planteando un trípode clave para lograr el éxito sustentable de la empresa y desarrollar buenas prácticas que le permitan 1) resultados en lo económico: patrimonio y utilidades, 2) político: cultura y valores, y 3) social: vínculos confiables con todos sus públicos de interés.

El desafío, por lo tanto, representa una hazaña, en la cual el empresario hará bien en plantearse diariamente si está construyendo un legado, si sus decisiones y acciones son coherentes para fortalecer la cultura organizacional. El cedazo fino que permite distinguir arenillas de gemas valiosas, se denomina ética, la cual resulta escasa y por ello, al igual que las joyas de imitación, muchas veces son reemplazadas con programas insostenibles de márketing. Al fin y al cabo, lo genuino solo se destaca en las personas íntegras.

Las empresas exitosamente sustentables tienen algo en común, el liderazgo ético basado en los valores de sus empresarios. Esta noble vocación de ser empresarios nos permite multiplicar nuestros talentos, nos bendice con la oportunidad de crear riqueza, al tiempo de robustecer nuestra capacidad de amar.

El Señor nos regala diariamente a los empresarios, el privilegio de brindar a cada persona en la organización, un espacio donde desarrollar todo su potencial, lo cual produce como inevitable efecto, el compromiso, la predisposición y la voluntad para ejecutar su labor.

Quien busca riqueza para lograr poder, o quien busca poder para obtener riqueza, se confunde en lo ufano y corre el peligro de desorientar su vida, pues la satisfacción económica es insuficiente en la soledad del poder, mientras que estar rodeado de huecos aplausos ahuyenta la alegría del alma.

Feliz 40 aniversario a la ADEC, a sus socios, y a cada empresario que abraza esta vocación como manera de ser instrumento del amor de Dios en el mundo de la empresa.