Tomayko, quien salió hoy de la cárcel donde estuvo siete meses, afirmó que lo único que desea es regresar a su vida normal con su familia.

La ciudadana estadounidense, Chere Lyn Tomayko (c), quien recibió este miércoles la condición de refugiada en Costa Rica, para evitar así su extradición, salió hoy de la cárcel “El Buen Pastor”, en San José, por orden de la Sala Constitucional del país centroamericano. Tomayko fue recibida a las afueras del centro penitenciario por su esposo, el costarricense Javier Muñoz y sus cuatro hijas. EFE | Ampliar imagen
“En este momento no puedo pensar en nada, solo en ir a mi casa a dormir con mi esposo y mis chiquitas, y mañana jugar en el jardín con ellas”, manifestó Tomayko en una rueda de prensa horas después de su excarcelación por orden de la Sala Constitucional de Costa Rica.
Acompañada por su esposo, el costarricense Javier Montero, y tres de sus cuatro hijas, Tomayko, de 47 años, agradeció a las autoridades de Costa Rica por otorgarle un refugio que le evitó una inminente extradición y un juicio en su país.
La mujer entró en prisión hace siete meses con fines de extradición requerida por un tribunal de Texas (EE.UU.) a causa de una denuncia interpuesta por su ex marido Roger Cyprian, quien la acusó de secuestro internacional de la hija de ambos, que actualmente tiene 18 años.
Tomayko, quien era buscada por ese motivo desde 2000 por la justicia de EE.UU., huyó de ese país con su hija Alexandria en 1997 por la violencia doméstica de que era víctima, y se estableció en Costa Rica, donde el pasado miércoles se le reconoció el estatus de refugiada.
Pero recién este viernes abandonó la cárcel El Buen Pastor, después de que un juez penal se negó ayer a firmar su excarcelación, que fue ordenada finalmente por la Sala Constitucional tras acoger un recurso de Hábeas Corpus, según el Poder Judicial.
Los magistrados ordenaron, además, al juzgado penal que estaba encargado del caso, archivar la orden de extradición.
Vestida con una camiseta roja que decía “Soy tica (costarricense) de corazón”, la estadounidense dijo que siempre confió en que no sería extraditada.
“Porque creo en Dios” y porque “Costa Rica es un país donde se hacen valer los derechos humanos de todas las personas”, sostuvo.
Montero expresó que su familia nunca perdió la esperanza de que al final se tomara la “decisión correcta” y su esposa pudiera regresar a su casa.
El caso de Tomayko ha tensado las relaciones entre Costa Rica y EE.UU., pues Washington manifestó, a través de su embajada en San José, su “decepción” por el otorgamiento del estatus de refugiada.
“Estamos muy preocupados por las implicaciones que esta decisión tendrá sobre las obligaciones de tratados internacionales para Costa Rica y en virtud de la cooperación bilateral judicial”, indicó la embajada en un comunicado.
“Estamos en completo desacuerdo con la suposición implícita de que el sistema judicial de Estados Unidos no podía proteger a la señora Tomayko de cualquier maltrato supuesto o potencial”, añadió la nota.
El presidente de Costa Rica, Óscar Arias, afirmó que la noticia de la liberación de Tomayko “es maravillosa” y dijo sentirse “muy feliz como costarricense de que la Sala le diera la libertad”.
Arias indicó en un acto oficial que las relaciones con EE.UU. no se deteriorarán por la decisión de otorgarle asilo a la mujer, al señalar que “es algo muy pequeño”.
“Entre amigos siempre hay coincidencias y discrepancias, la verdad es que si alguna vez en la historia de este país hubo discrepancias serias con los Estados Unidos, fue durante mi primer Gobierno, pues yo luchaba por la paz en Centroamérica y ellos luchaban por una definición militar”, afirmó.
“Este es un país soberano y nosotros tenemos todo el derecho y la obligación de tomar las decisiones que consideremos más convenientes para el país. En este caso se trataba de proteger los derechos humanos y Costa Rica es líder en este tema, yo estaba completamente de acuerdo”, concluyó.
La embajada estadounidense en San José suspendió ayer, sin previo aviso ni explicación alguna, la donación de una avioneta al Ministerio de Seguridad costarricense.
El abogado defensor de Cyprian en Costa Rica, Juan Carlos Esquivel, anunció a la prensa que presentará una demanda en contra de la ministra de Seguridad, Janina Del Vecchio, epor su decisión de darle refugio a una “prófuga de la justicia”.