Una mujer heredó una vivienda familiar en Caacupé, pero los caseros, un matrimonio, se negaron a abandonar la casa, por lo que iniciaron una demanda laboral contra la heredera, pese a no haber un contrato de trabajo. Todo comenzó en el año 2015, sin embargo, luego de cuatro años de proceso, la heredera del inmueble consiguió una orden para desalojar a los caseros. Con presencia policial, se procedió a desalojar a la pareja, pero otro calvario judicial comenzó en ese mismo instante para la heredera. En pleno procedimiento de desalojo, se presenta un abogado de nombre Juan Amarilla, el mismo que representaba a los caseros, alegando que compró la casa en un remate judicial.
La heredera, Nelly Poletti, con el titulo original del inmueble afirma que hasta la fecha no pueden ingresar a la vivienda de sus padres, lugar donde pasó su infancia, ubicada en pleno centro de Caacupé, a unas tres cuadras de la Basílica de la Virgen. También explicó que durante el proceso, la vivienda fue desvalijada, siendo robados todos los muebles. “Hasta las vigas del techo robaron, las camas, el ropero, todo se llevaron. Nos da ganas de llorar”, dijo la mujer.
“Queremos que nos devuelva la casa a los verdaderos dueños”, remarcó.
La mujer resaltó que se siente desprotegida, ya que presentó la denuncia de los hechos en la Fiscalía, pero hasta el momento no hay avances. Contó que en una ocasión recibieron una llamada en el teléfono de su marido, donde un hombre se identificó como el abogado Juan Amarilla, quien solicitó la suma de G. 50 millones para llegar a un acuerdo y que quede en la nada el supuesto remate. Indicó estar desesperada porque hace 20 días se enteraron que el abogado Juan Amarilla estaba realizando los trámites para inscribir el inmueble a su nombre y temen perder la casa.