“Es un laberinto de imágenes y de las diferentes realidades de la comunidad latina en Estados Unidos”, dijo a Efe el español Claudi Carreras, curador de la exhibición.
Carreras, especialista en fotografía latinoamericana, señaló que “no se puede pensar en la fotografía que se produce en América Latina sin tener en cuenta qué pasa más allá del Río Bravo”.
El embajador de España en México, Luis Fernández-Cid, fue el encargado de inaugurar la exposición que, dijo, es un “profundo estudio sociológico que intenta captar muchos de los matices de esta omnipresencia de hispanos en Estados Unidos”.
El diplomático explicó que la idea de la muestra se dio por la “necesidad de saber más” acerca del fenómeno migratorio, y esta respuesta está dada por la “asombrosa obra visual” creada por 12 fotógrafos, de los cuales cuatro son mexicanos.
Livia Corona, Dulce Pinzón, Stefan Ruiz y Carlos Álvarez Montero son los cuatro mexicanos, junto con quienes trabajaron las argentinas Sol Aramendi y Katrina Marcelle, los peruanos Héctor Mata, Susana Raab y Gihan Tubbeh, la ecuatoriana Karen Miranda, el brasileño Calé y el español Ricardo Cases.
La exhibición nació como parte de Spain Arts & Culture, programa oficial español en Estados Unidos, se inauguró en 2013 en la National Portrait Gallery de Washington y actualmente está en itinerancia por América Latina.
Carreras, quien actualmente vive entre Brasil y Ecuador y trabaja con fotógrafos latinoamericanos desde hace 15 años, contó que durante el proceso de investigación surgió de manera recurrente el tema Estados Unidos, donde millones de latinoamericanos tienen un familiar o amigo.
Recordó que la comunidad latina en Estados Unidos es “importantísima” a nivel económico, social y cultural, y añadió que a nivel fotográfico están pasando cosas “muy interesantes” que tienen que ver con lo que está pasando en América Latina.
“La idea era profundizar en la fotografía de la región o con temáticas latinas, y por el interés de la fotografía latinoamericana expandida”, apuntó.
Un tema central de la muestra era el imaginario, “saber cómo nos imaginamos cosas y cómo construimos estereotipos a partir de determinadas ideas”.
El curador destacó que más de 50 millones de personas hablan español en Estados Unidos y aunque en la comunidad existen círculos de poder político, económico y social, “el estereotipo está todavía muy anclado a una memoria muy particular: el latino pobre que trabaja, pero es una comunidad cambiante y diversa”.
Señaló que la comunidad latina es imposible de definir no sólo en Estados Unidos, sino en la propia América Latina. “Tenemos un continente muy rico y variado, y si eso lo llevamos a un país como Estados Unidos, la complejidad es mayor”, acotó.
