El ataque se produjo a las 08:24 locales, en plena hora pico, en una de las líneas que une Brooklyn con Manhattan, explicó la jefa de la policía neoyorquina (NYPD), Keechant Sewell.
“Cuando el tren entraba en la estación una persona se puso una máscara de gas y abrió una bombona que llevaba en un bolso y el vagón (del metro) se llenó de humo. Después empezó a disparar”, describió la jefa de la policía que descartó, por el momento, un acto terrorista.
Según los bomberos, de los 16 heridos, 10 fueron alcanzados por las balas, aunque ninguno reviste gravedad, precisó Sewell.
Ante la prensa reunida en la estación del metro, la comisaria describió al individuo como un hombre negro, de 1,65 m de altura y constitución fuerte, que llevaba un chaleco verde y una sudadera con capucha gris. “Esta persona es peligrosa”, advirtió por su parte la gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, que pidió prudencia a la población.
Fotos y videos de los pasajeros en las redes sociales mostraban sangre en el piso y personas tendidas en el suelo del tren y en la plataforma de la estación “36th Street”, en el distrito de Brooklyn. Otro vídeo muestra a la gente saliendo de un vagón con humo, aunque sin precipitación.
Planificado. Uno de los pasajeros, Yav Montano, explicó a la CNN, que “explotó una granada de humo... una bomba, unos dos minutos antes de que llegáramos a la estación”.
“Parecía como si estuviera planificado (...). Estábamos bloqueados en el vagón (...) había mucha sangre en el suelo”, agregó.
Un portavoz de los bomberos precisó que se habían encontrado artefactos explosivos no activados en el lugar, aunque ninguno funcionaba, según la policía.
Las fuerzas de seguridad acordonaron la estación, situada en la calle 36 y la 4ª Avenida, en el sur de Brooklyn, cerca del cementerio de Greenwood, donde se desplegaron numerosas ambulancias y coches de bomberos. Varios colegios de Brooklyn suspendieron las salidas de sus alumnos al exterior.
Biden informado. El presidente estadounidense, Joe Biden, que el lunes anunció nuevas medidas contra las denominadas armas fantasma (las que se compran por partes y se ensamblan en casa) fue informado del tiroteo, y la Casa Blanca propuso ayuda a las autoridades de Nueva York, aseguró su portavoz, Jen Psaki.
Desde la pandemia de Covid-19, Nueva York experimentó un aumento constante de la criminalidad, así como de casos de personas con desequilibrios mentales. Elegido con la promesa de garantizar la seguridad en las calles de la capital financiera del país, de casi 9 millones de habitantes, el alcalde Eric Adams lanzó a fines de enero un plan para reducir la proliferación de armas de fuego.