“Estados Unidos designa al ex presidente paraguayo Horacio Manuel Cartes Jara por su participación en actos de corrupción significativos. El ex presidente Cartes obstruyó una importante investigación internacional sobre el crimen transnacional para protegerse a sí mismo y a su asociado criminal de un posible enjuiciamiento y daño político. Estas acciones socavaron la estabilidad de las instituciones democráticas de Paraguay, al contribuir a la percepción pública de corrupción e impunidad dentro de la oficina del presidente del Paraguay”.
Tal es el primer párrafo del contundente documento del Departamento de Estado (Cancillería) contra el ex presidente de la República, que contrastaba con la lectura serena y pausada del nuevo embajador de Estados Unidos, Marc Ostfield, durante la conferencia especial convocada el viernes, a las 9:00.
Cartes es el primer presidente paraguayo con tal ignominiosa calificación y empeora la imagen del país, conocido en el mundo por el narcotráfico y el lavado de dinero.
La información desató un terremoto político, a pesar de que hace tiempo se esperaba esta señal del Norte. Las especulaciones del día anterior señalaban que la bomba de racimo impactaría por igual a los dos movimientos de la ANR, ya que hay narcopolíticos y lavadores de dinero en ambos bandos.
Pero la acusación letal vendría a continuación: “Estas acciones permitieron y perpetuaron la participación recientemente documentada de Cartes con organizaciones terroristas extranjeras y otras entidades designadas por los Estados Unidos, lo que socava la seguridad de los Estados Unidos contra el crimen y el terrorismo transnacional y amenaza la estabilidad regional”.
La sanción también alcanzó a sus hijos, Juan Pablo, Sofía y Sol Cartes.
La declaración norteamericana se recibió con júbilo en el oficialismo y la Concertación opositora. Finalmente se coronaba un trabajo de orfebrería del gobierno de Mario Abdo Benítez, que venía labrando paciente e insistentemente hace un año las pruebas contra el ex presidente. La tuerca empezó a girar a inicios del año con la explosiva acusación del entonces ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, ante el Parlamento. La agenda siguió con las denuncias de Seprelad y otras acciones fueron cerrando el círculo contra Cartes, que daba y sigue dando pelea con el control absoluto de la Fiscalía, que inició tibias investigaciones sin el más mínimo riesgo para el tabacalero.
EN LA CALLE ESPAÑA. El ex presidente prefirió esperar solo la noticia en su mansión. Apenas se dio a conocer la posición de EEUU, llegaron agitados algunos de sus más cercanos gerentes. “Tranquilos, esto nos va a fortalecer. Tenemos la verdad de nuestro lado”, les dijo en tono muy calmado que sorprendió. Luego se comunicaron con sus abogados de Washington que aconsejaron los primeros pasos.
En el terreno político, la noticia golpeó más. Aún aturdidos, empezaron a pergeñar una respuesta rápida: “Persecución política”, “Es una posición política, no jurídica”, “Solo implica denegación de ingreso al país”, “No hay elementos probatorios o indicios sustanciales en la esfera judicial”.
En una improvisada conferencia de prensa, el precandidato presidencial Santiago Peña aseguró que la decisión de la Embajada “no cambia absolutamente los planes de Honor Colorado. No tenemos motivos para desistir de ninguna candidatura, al contrario, seguiremos trabajando con más fuerza”. A su lado, su dupla Pedro Alliana, con la mirada perdida, no podía disimular el golpe.
En las redes, el contraataque tuvo tono místico y de delirio. La decisión de EEUU formaba parte de la agenda LGTB, de la izquierda radical demócrata, el mal o el progresismo y otros adjetivos caricaturescos de corte nacionalista “contra el imperio”.
EL OFICIALISMO. El jueves el embajador Ostfield comunicó a Mario Abdo Benítez el contenido del comunicado, aunque hace unas semanas, durante el izamiento de la bandera norteamericana, el presidente de la República ya fue informado del asunto.
El presidente Abdo guardó prudente silencio tras el comunicado. Sí habló el vicepresidente y precandidato Hugo Velázquez, quien señaló que EEUU “puso las cosas en su lugar” y reclamó acciones a la Fiscalía, que tomó nota con un comunicado señalando que están investigando y que cuenta con el apoyo norteamericano.
UNA BOMBA DE RACIMO. La acusación de EEUU generó un terremoto político. A pesar de la pretendida tranquilidad del cartismo, hay nerviosismo, especialmente, en el ala empresarial del grupo. “Por supuesto que estamos golpeados y preocupados”, señaló una fuente. La declaración del Norte puede tener implicancias económicas que pueden acogotar financieramente al grupo y amputar sus proyecciones futuras a nivel global, que hoy exigen transparencia y corrección política. Decir que no pasa nada cuando el país más rico del mundo y gendarme de la democracia planetaria te saca la tarjeta roja raya la insania.
Cartes respondió el viernes con sensatez. En un comunicado corto y simple, consideró injusta e infundada la designación. Pero ayer, dio rienda suelta a su lado político, acicateado por la dirigencia que sin él tiene el futuro incierto. Su participación en un acto en Villarrica tuvo tono de desafío, ratificando que dará pelea y que no piensa renunciar a su candidatura a la Junta de Gobierno. El ala política del cartismo le asegura que esta “persecución política de EEUU y Marito” generará el efecto inverso y que la dupla de Honor Colorado crecerá aún más. “Hay 30.000 candidatos inscriptos, esto no para aunque le saquen de la cancha a HC y se corte el dinero. Hasta polladas vamos a hacer para mantener a nuestros candidatos”, desafió un dirigente.
Si el mensaje cifrado de EEUU es que se aleje de la política, tal vez haya novedades en poco tiempo. El embajador Ostfield dejó sugestivas frases que pueden significar un segundo paso más espinoso. “Estados Unidos utilizará todas las herramientas a su alcance –investigaciones, extradiciones, sanciones financieras y restricciones de visa, entre otras– para combatir la corrupción y el crimen organizado en cada oportunidad que tenga, en todo el mundo”, acotó tras anunciar que habrá “nuevas designaciones”.
Esto asustó a gremios empresariales que defendían a capa y espada a Cartes, defendiendo el contrabando “porque es un problema de Brasil”. La UIP y la ARP le soltaron la mano y reclamaron acciones a la Fiscalía. A los amigos se los acompaña hasta la puerta del cementerio. Algo que no entendió Cartes que hoy está pagando cara su lealtad con su amigo del alma, Darío Messer.
El caso del ex presidente hondureño Hernández sobrevuela en el ambiente. Fue declarado significativamente corrupto y meses después extraditado a EEUU por narcotráfico.
FUE AVISADO. Cartes, siendo presidente, fue advertido en el 2014 por EEUU sobre el crecimiento del narcotráfico y el lavado de dinero. Le comunicaron que su negocio del cigarrillo iba por la misma ruta del crimen trasnacional. No solo no tomó medidas, sino quiso ser reelecto. Esto prendió la luz amarilla sobre su perfil. Luego se proyectó a través de Santiago Peña. “Eso demostró su incontrolable ambición hegemónica en materia económica y política”, acotó un experto en relaciones internacionales, quien agregó que desoyó todas las advertencias posteriores y el caso del avión iraní fue la gota que colmó el vaso. “Si HC redobla la apuesta, si redobla la confrontación, irán por él”, agregó señalando que su pecado no es la corrupción, sino el vínculo con el terrorismo.
ESCENARIO POLÍTICO. Aún es temprano para vaticinar qué consecuencias tendrá esta bomba política. Sin duda, es el mayor apoyo de EEUU a Mario Abdo Benítez, que con esta acción se convirtió en el gran ganador de esta arriesgada movida de ajedrez. En su más absoluta debilidad, pudo elaborar con paciencia y ejecutar su segundo triunfo sobre Cartes, luego de derrotarlo en las urnas en 2017. Tienen un duelo electoral pendiente por la Junta de Gobierno. ¿Podrá capitalizar Hugo Velázquez esta favorable situación para ganar a Santi Peña? Ahora es temprano para medirlo.
En la Concertación, el júbilo fue mayor, especialmente para el precandidato Efraín Alegre, quien hace años mantiene una única línea discursiva contra “el mafioso Cartes”. EEUU le dio toda la razón y dejó aún más en la deshonra a los liberales colaboracionistas del tabacalero.
Entendiendo que la postura diplomática fue también un misil para la Fiscalía, armaron rápidamente un pedido de juicio político que será tratado esta mañana en la Cámara de Diputados.
Los números no cierran, aunque en política no está dicha la última palabra. Aunque Sandra Quiñónez salve nuevamente su cabeza, su sentencia de culpabilidad hace tiempo decretó la ciudadanía.
Por de pronto, Cartes decidió dar pelea contra Estados Unidos, pretendiendo ganar blindaje con el retorno al poder. El tiempo dirá si su reacción es la del animal herido que responde instintivamente dando zarpazos.
Pasada la adrenalina entenderá que en el momento más crítico de su vida empresarial y política, sus mejores asesores son sus abogados y gerentes, y no los políticos que dependen absolutamente de su liderazgo y su billetera, que apenas huelan un peligro real, no tendrán empacho en adorar a otro líder.