Si las actuales tensiones geopolíticas por la guerra de Ucrania llevaran al mundo a una nueva división en bloques, “ello podría suponer un descenso del 5% en el PIB mundial”, alertó la directora general, quien recordó que la crisis de 2008-2009 sólo restó a los países desarrollados 3,5% de su producto interior bruto. Okonjo-Iweala apuntó que a este cálculo preliminar “habría que añadir las pérdidas derivadas de la reducción de las economías de escala, los costes de transición de empresas y trabajadores, la reubicación de recursos y las barreras regulatorias que establecería cada bloque”, por no hablar de las tensiones sociales y de migración.
La directora general nigeriana, primera mujer que dirige la OMC, lanzó esta advertencia en el primero de los cuatro días de negociaciones que se espera haya en Ginebra entre representantes de comercio (entre ellos más de un centenar de ministros) de los 164 países que integran la organización.
En los próximos días se espera que se negocien importantes cuestiones como la eliminación de los subsidios que promueven una pesca dañina, la suspensión de las patentes a las vacunas anti-Covid o medidas para aliviar la crisis alimentaria mundial desencadenada por la guerra en Ucrania. Un gran reto para la conferencia es el hecho de que la OMC toma todas sus decisiones por consenso, lo que en la práctica significa que cualquier país tiene derecho a veto y existe el temor a que Rusia pueda paralizar algunas decisiones en reacción al aislamiento internacional al que se le ha sometido.
Frente a estos desafíos, Okonjo-Iweala pidió en su discurso de apertura a todas las delegaciones que se esfuercen en conseguir consensos en un momento de gran crisis e incertidumbre y después de que en la anterior Conferencia Ministerial, celebrada en Buenos Aires en 2017, no se lograran avances multilaterales.
La directora general aseguró que esta duodécima ministerial da a la OMC una nueva oportunidad para demostrar que puede ser parte de la solución a los múltiples problemas globales.
El vicepresidente de la Unión Europea, Valdis Dombrovskis, afirmó en la jornada inaugural que en estas complicadas negociaciones “la única solución con sentido es apoyar la fabricación de vacunas, mientras que se preserva el sistema de propiedad intelectual para el futuro”.
Otra cuestión crucial en las negociaciones será la seguridad alimentaria, después de que la guerra en Ucrania agravara la inflación de alimentos y fertilizantes, ante lo cual se espera que se negocien medidas para reducir el bloqueo de exportaciones alimentarias y facilitar el acceso a estos bienes básicos.