Quedó más que evidenciado que el internismo político afecta el relacionamiento de Cartes al menos con el Senado, partiendo de sus propios correligionarios, que ya desde la semana pasada comenzaron a pasarle la factura.
Además del cháke del juicio político, el rechazo a su proyecto de garantía a inversiones y la interpelación a su ministro, Fabrizio Caligaris, surgieron otras acusaciones.
El blanco principal del tiroteo fue otro de sus ministros, el de Obras Públicas, Ramón Jiménez Gaona.
Desirée Masi acusó a este último de incurrir en tráfico de influencia por licitación en Tape Porã. Señaló que Cartes tiene una denuncia de corrupción en el primer llamado de la alianza público-privada. Luego de la sesión, la colorada Lilian Samaniego se mostró irritada y hasta discutió con una periodista radial en el pasillo del Senado, molesta con sus preguntas.