Sergio Cáceres Mercado
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No logra levantar cabeza la saga de amor entre un vampiro y una mortal humana basada en las novelas de Stephenie Meyer. Si la primera entrega, Crepúsculo, era tediosa, esta segunda parte tiene por fortuna algunas escenas que nos despiertan de la inevitable modorra. Pareciera que el clima triste y nublado de Forks se nos contagia en plena sala de cine y si no fuera por algunos escarceos entre lobos y chupasangres el bostezo hubiese dado lugar a la duermevela.
Hay que hacer un esfuerzo sobrehumano -casi vampiresco- para verla con ojos de adolescente y aceptar ese amor platónico entre Edward y Bella. Pero justamente por ese intento de identificación empática recordamos que alguna vez fuimos púberes también y creímos fugazmente que un amor a lo Shakespeare era posible. Era la parte de nuestra niñez que se resistía a morir y se llama ingenuidad, típica de la edad del pavo. Aunque un jovencito o jovencita de estos tiempos descree mucho más rápido de este tipo de relaciones, de todos modos pasa por esa fase y esto explicaría en parte el éxito de taquilla de la saga y de las novelas.
Me atrevo a ir más en la interpretación de este éxito en las novelas y en el cine: se presenta a una pareja adolescente que tiene una conexión muy fuerte entre ellos y que sin embargo no pueden consumarlo corporalmente porque él es vampiro. Imagínense ustedes la tensión erótica que se crea en los precoces adolescentes de hoy el ver a una pareja tan sólidamente ligada y que sin embargo apenas puede pasar de la “primera base”.
El otro elemento ligado al anterior y que la hace “diferente” a otras historias de amor imposible es su lado oculto, poblado de vampiros y licántropos. Es acá donde vemos el punto más débil en pantalla grande; casi no hay acción entre ellos, y la poca que hay es mostrada con malos efectos especiales.
Como la fidelidad de los teenagers está asegurada en la taquilla, quizá para la tercera parte se dediquen más a hacer un poco de buen cine. Una dosis de Coppola no les vendría nada mal. Él sí que sabe contar una historia de amor imposible entre un vampiro y una mortal.
NEW MOON
USA, 2009 Calificación: regular a buena (**1/2)
Director: Chris Weitz
Guión: Melissa Rosenberg
Música: Alexandre Desplat
Fotografía: Javier Aguirresarobe
Reparto: Kristen Stewart, Robert Pattinson, Taylor Lautner, Nikki Reed, Ashley Greene, Jackson Rathbone, Kellan Lutz, Dakota Fanning, Michael Sheen.