En declaraciones al “Frankfurter Allgemeine Sontagszeitung” (FAS) que avanza el dominical, Shmyhal dijo que “si ya no hay electricidad, ni calefacción, ni agua en Ucrania, esto puede desencadenar un nuevo tsunami migratorio”.
Acusó a Rusia de querer “abocar a Ucrania a una catástrofe humanitaria” al atacar las instalaciones civiles del país y querer dejar morir de frío a muchas personas.
Por ello, Shmyhal pidió “equipos móviles para generar electricidad y calor”, así como equipos para el tratamiento del agua, y agregó que “por el momento” todavía hay suficiente combustible para los generadores.
“Pero si se producen cortes de electricidad y calefacción a gran escala, necesitaremos más”, incluso importar electricidad desde Occidente, indicó.
AYUDA MILITAR. Además, pidió a Alemania más ayuda militar lo antes posible y subrayó que Ucrania espera “impacientemente” nueva munición, que necesita “ya, ahora”, así como emisores de interferencias para repeler los “veinte a treinta drones kamikaze iraníes” diarios que Rusia utiliza contra territorio ucraniano.
Al mismo tiempo elogió el sistema de misiles de defensa aérea Iris-T entregado recientemente por Alemania y que “ya ha salvado muchas, muchas vidas” desde que comenzó a usarse en Ucrania.
DAÑOS. Por otra parte, Shmyhal cifró los daños materiales causados por la agresión rusa contra Ucrania en actualmente más de 750.000 millones de dólares y consideró razonable desarrollar un mecanismo de confiscación de los activos rusos congelados en el extranjero, que ascienden a entre 350.000 y 500.000 millones, para la reconstrucción de Ucrania.
El lunes, Scholz y Schmyhal inaugurarán el V Foro Económico Germano-Ucraniano, en el que representantes de las comunidades empresariales alemana y ucraniana abordarán con ambos gobiernos las relaciones económicas bilaterales.
Scholz y Schmyhal se reunirán además al margen de la conferencia para hablar sobre la situación actual de Ucrania, el apoyo alemán y la reconstrucción del país.
En tanto, este sábado la administración prorrusa instó específicamente a los ciudadanos de Jersón “a cruzar a la orilla izquierda del río Dniéper”.
“Debido a la tensa situación en el frente, el aumento del peligro de un bombardeo masivo de la ciudad y la amenaza de ataques terroristas, todos los civiles deben abandonar inmediatamente la ciudad y cruzar a la orilla izquierda del Dniéper”, indicó. Los prorrusos temen una gran ofensiva ucraniana en torno a la ciudad y quedarse rodeados sin escapatoria cuando prácticamente todas las vías a través del río han sido dañadas por Ucrania. EFE