Ante el deterioro salarial, muchos profesionales en Argentina salen de las obras sociales y mutuas privadas para atender de forma particular, lo que deriva en problemas como que los pacientes no encuentren a sus médicos en la cartilla, no consigan turno o tengan que pagar un monto extra. Para facilitar la interacción médico-paciente, el médico argentino e influencer Ignacio De Asua, de 37 años, creó una aplicación web que consiste en un “índice temático, organizado e interactivo” para buscar médicos en forma privada y cuyo link estará disponible en su cuenta de la red social Instagram, @doctorgrammer.
Se trata de un “market place”, que comenzará a funcionar en julio próximo, donde médicos podrán ofrecer sus servicios y los pacientes, elegirlos en función de los costos y un sistema de calificación como el de Google Maps.
“La libre competencia debería nivelar para arriba la calidad de las prestaciones y equilibrar los precios”, dijo Asua, quien migró de Argentina en 2012 “insatisfecho con las condiciones laborales”, volvió en 2020 y actualmente vive en Chile. La idea proviene de que “el valor de los honorarios de los médicos en Argentina es paupérrimo”, dijo Asua, al contar que en Argentina un médico especialista gana 2 o 3 dólares por consulta en las obras sociales y mutuas privadas y en Chile empieza entre 35 a 50 dólares.
Argentina tiene un sistema de salud burocrático, fragmentado y anárquico, al estar dividido en el sector público –financiado con rentas públicas–, de obras sociales –financiado con los aportes de los salarios a la seguridad social– y las mutuas privadas y particulares, al que se agregan disparidades entre las provincias porque son autónomas.
En un contexto de altos niveles de inflación, el sistema sufrió el efecto de una menor inversión en tecnología, un alto endeudamiento, bajos honorarios para los médicos y sueldos para el personal de salud, restricciones de servicios y menor calidad. Para Asua, hoy pacientes y médicos quedan como rehenes de las fallas del sistema de accesibilidad, desigualdad, falta de continuidad en la atención, problemas en cuanto a insumos por la situación económica.