El magnate neoyorquino, residente en Florida, está convocado a las urnas el 5 de noviembre, coincidiendo con las elecciones presidenciales, para votar allí en un referéndum para eliminar el veto de las seis semanas impuesto por sus compañeros de partido.
El jueves pasado se salió del guion asegurando que está en contra de restringir el aborto a las seis semanas de embarazo, un plazo que muchos estados gobernados por los republicanos están imponiendo, pero que él dijo que le parece demasiado “corto”.
“Voy a votar que necesitamos más de seis semanas”, sostuvo en una entrevista con la cadena NBC News, dando a entender que apoyaría la enmienda promovida por grupos favorables al aborto.
Su campaña apuntó después que no tenía decidido su voto y que solo había opinado sobre ese margen, y el propio Trump matizó este viernes sus palabras.
“Se necesitan más de seis semanas. (...) Pero al mismo tiempo, los demócratas son radicales, (...) así que votaré que no por esa (última) razón”, señaló en un mitin en Johnstown, en el estado de Pensilvania, donde acusó falsamente al bando contrario de permitir los abortos en el noveno mes e incluso de que se “ejecute” a los bebés después del nacimiento. EFE