“Estamos aquí para defender la libertad de expresión frente a uno de los peores peligros de la historia”, dijo Trump desde el despacho Oval al firmar el documento, que se espera sea el punto de partida de una larga batalla legal.
En particular, el inquilino de la Casa Blanca acusó a Twitter de tomar “decisiones editoriales” y de ser “políticamente activo” en la elección de los mensajes que decide someter a verificación.
“Tienen el poder no controlado de censurar, editar, ocultar o modificar cualquier forma de comunicación entre los individuos y las grandes audiencias públicas”, dijo, refiriéndose a los gigantes de Silicon Valley.
“No podemos dejar que esto continúe, es muy, muy injusto”, insistió.
Numerosos legisladores y expertos legales advirtieron que la medida no sobreviviría a una demanda judicial, y una de los dos miembros demócratas de la FCC, Jessica Rosenworcel, dijo en un comunicado que convertir a su agencia “en la policía del presidente (para proteger) su discurso no es la respuesta”.
Trump dijo que el decreto pide nuevas regulaciones para que las redes sociales que se dedican a la “censura” no puedan “conservar su protección legal”.
El decreto se refiere al famoso artículo 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones.
Esta otorga a Facebook, Twitter, YouTube o Google inmunidad frente a las acciones legales relacionadas con el contenido publicado por terceros y les da la libertad de intervenir en las plataformas como deseen.
Trump reconoció que su decreto podría acabar en los tribunales. AFP y EFE