05 jul. 2025

Tribunal declara que Walter Bower es inocente en el caso de torturas

El juicio llegó a su fin luego de 18 años de realizada la denuncia por policías. El Tribunal determinó que no hubo pruebas suficientes para condenar al ex ministro del Interior y a otros dos agentes.

Después de casi 20 años de ocurridos los hechos denunciados, concluyó el juicio al ex ministro del Interior Walter Bower, acusado de torturar a tres policías luego de un intento de golpe de Estado registrado en el año 2000.

El Tribunal decidió absolver a Bower y a los comisarios Merardo Palacios y Osvaldo Vera.

La acusación contra Bower y los policías se presentó el 8 de agosto del 2001.

Según el Ministerio Público, que investigó la denuncia, el comisario Alfredo Cáceres y el oficial inspector Jorge López fueron torturados con brutalidad y sometidos por sus mismos camaradas el 21 de mayo del 2000.

El juicio se inició el pasado 20 de agosto, después de superar una infinidad de chicanerías a lo largo de 18 años.

Luego de una primera etapa, se convocó a los protagonistas para el 11 de diciembre, día en que las partes se trasladaron hasta la Infantería de Marina y a la Comisaría 11ª, sitios donde, según lo investigado, ocurrieron los hechos.

El 18 y el 24 de diciembre siguieron otras fases del proceso judicial como los alegatos finales del Ministerio Público y de las otras partes.

Ayer se realizó una de las últimas partes cuando ingresaron a la sala los jueces Carlos Hermosilla, Rossana Maldonado y Víctor Medina, miembros del Tribunal. Debía de haber comenzado a las 10.00 de la mañana, pero se inició con más de una hora de retraso; a las 11.30 horas.

Una vez que se reanudó el juicio se escucharon las réplicas y dúplicas de las partes. Luego, el juez Hermosilla, que presidió el Tribunal, pidió a los afectados que den unas palabras.

Para la Fiscalía, que está representada en el caso por el agente fiscal Santiago Bibolini, quien también hizo uso de palabra, sí existieron torturas y los acusados son culpables.

Piden justicia. El comisario Alfredo Cáceres, uno de los denunciantes, de forma enérgica dijo que no guardaba rencor a los acusados de haberlo torturado y que esperaba que se haga justicia. Cuando le tocó el turno a su colega, el comisario López, este dijo que dejaba todo en manos de Dios.

Ambos policías fueron detenidos y sospechados de acompañar el golpe de Estado al entonces presidente de la República Luis Ángel González Macchi.

El que más tiempo tuvo en el uso de la palabra fue el escribano Bower, que en medio de un discurso meditado, y al parecer, varias veces ensayado, invocó a grandes figuras como Nelson Mandela, Federico García Lorca, entre otros para hablar de su inocencia y aseguró que estaba llevando adelante un proceso que, a su parecer, fue injusto.

Los otros acusados, el comisario Merardo Palacios y el también comisario Osvaldo Vera, también pudieron dar sus últimas palabras antes de conocer la decisión del Tribunal.

“Es una patraña que se armó”, dijo Palacios, ante la atenta mirada de los denunciantes. Luego señaló que en la institución policial existen dos clases de uniformados. Uno de ellos son los honestos con vocación de servicio, grupo en el que se incluyó; y otro es el grupo al que llamó de “polibandis”.

En ese sentido también se refirió Vera, otro de los acusados, que incluso fue más directo y se refirió a los denunciantes con una frase contundente: “Quisieron tapar el hueco que hicieron”.

Entre los acusados también estaba el comisario Basilio Pavón, ya fallecido.

Luego de escuchar a los protagonistas, el Tribunal cerró el trámite, dando descanso a los que estaban participando del juicio. A las 19.00 horas se dio continuidad, para dar a conocer la decisión del Tribunal sobre este proceso que ya cumplió su mayoría de edad.