En el hospital principal de Karakosh, la pequeña ciudad cristiana donde se produjo la catástrofe, un fotógrafo de AFP vio llegar numerosas ambulancias con las sirenas encendidas en mitad de la noche.
Decenas de personas se congregaban en el patio del centro, entre familiares de las víctimas y voluntarios que querían donar sangre, según la misma fuente.
La multitud también se acumulaba frente a las puertas abiertas de un camión frigorífico que transportaba varias bolsas mortuorias, señaló este fotógrafo.
Karakosh, también conocida como Bajdida y Al Hamdaniya, se encuentra en la provincia de Nínive, en el norte de Irak, a 51 km al sureste de la metrópolis Mosul.
Las autoridades sanitarias de Nínive “listaron 114 muertos y más de 150 heridos en el incendio en un salón de bodas en Al Hamdaniya”, apuntó la agencia iraquí INA.
El portavoz del Ministerio de Sanidad, Saif al Badr, confirmó estas cifras. “La mayoría de los heridos sufren quemaduras y asfixia”, explicó este vocero, señalando que también se produjeron avalanchas de personas por el fuego.
El miércoles, centenares de personas se congregaron en el cementerio de Qaraqosh para enterrar allegados. AFP