25 abr. 2024

Tormenta: Critican respuestas lentas y paliativas ante falta de prevención

El trabajo entre municipios, gobernaciones y la Secretaría de Emergencia debe ser coordinado. En zonas siempre golpeadas por fuertes vientos no hay un plan para resguardar a la población.

La historia de falencias se repite. La primera tormenta de gran magnitud de esta temporada dejó cuantiosos daños, afectando directamente a centenares de familias de distintas comunidades que critican la lenta respuesta y la carencia de un sistema de prevención por parte de las instituciones.

El Bajo Chaco, Luque, Areguá, Capiatá, Limpio, en Central, y otras ciudades fueron impactados por la tormenta. Las ráfagas de viento que sobrepasaron los 100 km/h dejaron un muerto en Arroyos y Esteros, además hicieron volar techos, tumbaron muros, carteles y dejaron centenares de árboles caídos, sobre todo en Asunción. Esta problemática también se vivió en diferentes zonas del país. La queja fue la misma.

Según la Ley 2515, que crea la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), la responsabilidad inmediata de la atención de una emergencia o desastre, como lo que ocurrió el fin de semana, es de la organización distrital. Esta normativa habla de una articulación y la coordinación entre el Gobierno nacional y los gobiernos municipales y departamentales. Estos deberán prever recursos presupuestarios para la prevención y atención de emergencias o desastres. En algunos casos, las zonas que son afectadas con frecuencia están desprotegidas.

Consultado sobre este punto, el jefe de gabinete de la SEN, Ing. Miguel Kurita, afirmó que los municipios tienen un rol fundamental a la hora de dar una primera respuesta rápida ante cualquier desastre. Esto siempre y cuando –según el funcionario– no sobrepase la capacidad de las instituciones.

Explicó que la capacidad de respuesta se da siempre en relación al nivel de impacto, de daños y prejuicios. Si los distritos están sobrepasados inmediatamente deben acudir a sus gobernaciones. ‘‘Parece mucha burocracia, pero si funciona bien, la capacidad de respuesta debería ser de manera automática’’, señaló.

Kurita destacó que hay municipios y gobernaciones que cuentan con sus direcciones o secretarías de gestión de riesgos, pero no todas tienen el presupuesto necesario ni las estructuras formadas para hacer frente a alguna situación de emergencia, por eso la SEN da respuesta a eventos de pequeña magnitud (urgencias), que según la ley es de responsabilidad absoluta de la organización distrital o departamental. ‘’Como ente rector tenemos que generar gobernanza, ir generando factibilidades para la realización de trabajos en todo el país, pero no es tan fácil. Somos los primeros en responder, no debería ser así’’, acotó.

El temporal con vientos de entre 100 y 130 km/h causó varios destrozos la noche del sábado en Asunción y el Departamento Central.

Siempre tratamos de llegar lo más rápido posible a los lugares donde se nos llama y nos piden la asistencia. Joaquín Roa, ministro de la SEN.

Ya hay secretarías de gestión y de riesgos de desastres, pero no tienen presupuesto ni estructuras formadas. Miguel Kurita, jefe de gabinete de la SEN.

Vientos tuvieron la intensidad de un tornado
Fuertes lluvias acompañadas de intensos vientos que sobrepasaron los 100 kilómetros por hora son algunas de las características del fenómeno climático conocido como complejo convectivo de mesoescala, que causó estragos en varios puntos de Asunción y ciudades del Departamento Central durante el fin de semana.
El subdirector de Meteorología, Eduardo Mingo, comentó que en enero pasado, en el Departamento de Itapúa, incluso los vientos llegaron a sobrepasar los 140 kilómetros por hora.
El fenómeno climático es un conglomerado de nubes de tormentas que van juntándose hasta caer con gran intensidad en forma de tornados o de corriente descendente. Es decir, se da cuando las nubes se descargan y todo ese peso cae. Vientos similares en 1998 torcieron e hicieron caer la antena del SNT.
El temporal afectó a unas 1.000 familias de los bañados de Asunción y tumbó más de 300 árboles sobre casas y vehículos, obstaculizando importantes avenidas. Funcionarios municipales divididos en cuadrillas con el apoyo de la brigada forestal y funcionarios de la SEN ayer seguían retirando los árboles caídos en las calles e incluso sobre viviendas y vehículos particulares.