A partir de la tercera semana de febrero se trasplantarán los plantines en los suelos, donde la maduración tarda aproximadamente tres meses, dependiendo del comportamiento del clima, explicó el presidente del Consejo Nacional de Productores Frutihortícolas, Abel Brítez.
Teniendo en cuenta este calendario, habrá nuevamente tomate nacional desde fines de mayo, aunque el productor reconoce que esta vez, como hay algunos remanentes, puede haber atrasos.
Para determinar la oferta de productos y decidir acerca de las restricciones de importación, los horticultores presentarán la semana entrante su intención de siembra al Ministerio de Agricultura y Ganadería, ya que durante la temporada de recolección masiva, el Gobierno prohíbe la importación de tomate.
Como consecuencia de la suba de los costos de producción, los agricultores consideran que al momento de comercializar en las fincas, los negocios deben cerrarse como mínimo a G. 4.500 por cada kilo para que puedan obtener cierta ganancia.