Aunque Galaverna planteó su iniciativa en forma personal, también sostiene que cuenta con el consenso de sus pares del movimiento Colorado Añetete, que responde al presidente de la República, Mario Abdo Benítez, con lo cual tendría un carácter institucional de todo un sector del oficialismo colorado.
Cabe recordar que las elecciones municipales, que inicialmente debían realizarse en noviembre de 2020, primero se aplazaron y luego se postergaron por un año, a través de una ley especial, quedando fijadas las internas simultáneas para el 20 de junio y las elecciones municipales para el 10 de octubre del 2021. Esta situación impuso una extensión de facto del mandato de intendentes y concejales en todo el país, que no debería prolongarse más, principalmente si la Justicia Electoral garantiza que se pueden realizar los comicios con el cumplimiento de protocolos sanitarios en forma segura, tal como se hace en otros países.
Un total de 259 distritos de todo el territorio nacional deberán elegir a su intendente y a unos 2.757 concejales municipales. En esta oportunidad, por primera vez se podrá votar por listas abiertas, dejando atrás las cuestionadas listas cerradas o listas sábanas. Además, se cambiará el sistema tradicional de votos con papeletas por el sistema de votos electrónicos, lo cual supone una nueva etapa de desafíos a los electores. Del mismo modo, entra a regir un nuevo sistema que permitiría un mayor control del financiamiento político, buscando evitar que el dinero sucio maneje la campaña electoral.
Lo más predominante es que las elecciones se realizarán en un contexto de crisis, con numerosas movilizaciones de protesta contra el Gobierno y el oficialista Partido Colorado. Serán unas elecciones inciertas en un contexto de incertidumbre, agravado por los efectos de las restricciones impuestas por la pandemia desde hace un año y donde la participación puede jugar un papel fundamental, según lo señala la politóloga Miriam Yore en un estudio para la organización Decidamos.
El estudio destaca que “el nivel de participación va a jugar un papel fundamental para testar el estado de ánimo de la gente, el humor social, el hartazgo hacia la clase gobernante y sus abusos de poder sobre los ciudadanos y sobre los recursos públicos que llegaron al paroxismo con las restricciones a los derechos ciudadanos y los escandalosos casos de corrupción impunes en las esferas estatales; y, especialmente, ante la pérdida de credibilidad de las instituciones públicas en general y de los gobiernos municipales en particular, caracterizados históricamente por su ineficiencia, su corrupción rampante y su falta de rendición de cuentas e impunidad”.
Por todo ello, es importante seguir cumpliendo con la agenda democrática, más allá de la actual crisis o el temor de que sus efectos puedan modificar las preferencias electorales de los ciudadanos.