Ayer se tenía que realizar el juicio oral y público contra los policías de la Comisaría Cuarta del barrio Obrero de Asunción que habían dejado inmóvil al joven Richard Pereira en un intento de asesinato tras un procedimiento irregular que ocurrió en la madrugada del 13 de agosto del 2016.
La agente fiscal Pamela Pérez, que investigó el caso acusó a dos uniformados que estaban en una patrullera y persiguieron a Richard, lo obligaron a descender, y le dispararon de espaldas en el suelo.
Incluso quisieron plantarle drogas y un revólver. Los procesados son el suboficial Jhonie Osvaldo Orihuela, acusado por tentativa de homicidio y lesión grave en carácter de autor; y como coautor, por persecución de inocentes y simulación de hecho punible.
El otro es el comisario principal Jorge Ignacio Zárate Barreto, acusado como coautor de persecución de inocentes y simulación de hecho punible; y por denuncia falsa y frustración de la persecución y ejecución penal.
Ayer el juicio se suspendió porque el comisario quedó sin defensor, su abogado era Farid González, y el suboficial cambió de abogado. Mañana se le asignarán defensores.