La necesidad de municipalizar los servicios de agua potable y del alcantarillado sanitario (cloaca) para que a través de un control sobre la infraestructura instalada en el subsuelo se puedan encarar las reparaciones y evitar daños que hoy se tienen en la capa asfáltica de la ciudad, es la sugerencia señalada por la ex intendente Evanhy de Gallegos.
Indicó que durante su gestión pasó a jurisdicción del municipio el tema del desagüe pluvial, en el 2010, pero que no pudo concretar los demás objetivos debido a que dejó el cargo antes de que se cumpla su mandato para pugnar por una concejalía.
“Ojalá hubiésemos tenido tiempo para sacar la ley de municipalización del agua potable y del desagüe cloacal, porque en las condiciones actuales no podés controlar lo que tenés bajo el suelo y te revientan las cañerías y las calles a cada momento”, lamentó la ex jefa comunal.
Resaltó que en algún momento dado, las autoridades comunales de turno deben encargarse de concretar este objetivo, de manera a poder manejar una sola cuenta y de esa forma encarar soluciones al drama de las pérdidas de agua, colapso de las redes cloacales y el problema de los baches por ese motivo.
“Si no municipalizamos esos servicios, siempre vamos a tener problemas con otras instituciones. Es algo que se debe concretar en el futuro”, dijo.
DESAGÜES. En otro momento, Evanhy de Gallegos indicó que dos años antes de que salga la ley de desagüe pluvial para los municipios, en el año 2008, ya licitó obras para construir el sistema por G. 40 mil millones. “Empecé mi gestión con una capital que tenía 5% de cobertura en desagüe pluvial y logré elevarla a un 17%. Invertí en total un monto de USD 14 millones que benefició a 16 barrios de la ciudad. Esos trabajos, que se hicieron después de cuarenta años del último desagüe hecho por Corposana, los realicé en dos años y medio de gestión”, informó.
Indicó que los sistemas hechos durante su administración comunal incluyeron Mariscal López (frente a la plaza de Las Américas); España, desde Kubitschek hasta Sacramento, Andrade, Eusebio Ayala, Molas López y los barrios San Pablo y Tembetary. Si bien se siguen registrando quejas de vecinos por el colapso de los desagües en esos puntos, las obras contribuyeron a mermar el drama en días de lluvia.
“Invertí USD 12 millones antes de que salga la ley y dejé dinero en el banco, porque saqué bonos para eso, ya que los fondos deben ser previstos, para que la próxima administración, la del intendente Arnaldo Samaniego, encare otros cuatro proyectos de desagüe pluvial cuyo proceso se inició durante mi mandato”, concluyó.