23 abr. 2024

Sonidos de la Tierra invita a seguir cambiando historias

A más de 500 km de la capital, en el Chaco paraguayo, tras un año silencioso y de muchos desafíos, la música vuelve a sonar en las aulas de Sonidos de Mariscal Estigarribia. Esta es una de las 65 escuelas comunitarias de música de la Red Sonidos de la Tierra que recibe recursos de la Rifa Social Sonidos de la Tierra, que este año celebra 10 años.

Oportunidades. La habilitación de una escuela comunitaria de música de la Red Sonidos de la Tierra (SdT), trajo no solo la oportunidad de aprender a ejecutar un instrumento musical, sino de promover buenas prácticas ciudadanas y el liderazgo juvenil y comunitario. Este cambio generado con la música se vive hoy en las escuelas comunitarias de 16 departamentos del país y la capital, que conforman la red. Es así como Sonidos de la Tierra se inició en el año 2002, luego de un estudio previo de factibilidad en más de 125 municipios del interior.

“Comenzamos en 18 comunidades, los tres primeros años, con las escuelas de música administradas por líderes locales y comisiones de apoyo, trabajando en forma de red. El éxito fue inmediato, los propios padres de familia comenzaron a apoyar con mucha fuerza viendo los resultados del programa en los cambios de conducta y actitudes positivas de los niños y jóvenes, entre estos, mejor relacionamiento social, equilibrio emocional, espíritu positivo en la vida, mejoramiento en el rendimiento escolar y mucho más”, cuenta Luis Szarán, fundador y director de Sonidos de la Tierra.

En los años siguientes Sonidos de la Tierra recibió premios internacionales, con fondos importantes, así como auspicios locales y de las propias comunidades, que los llevó a un crecimiento acelerado, llegando a los más apartados rincones del país, incluyendo réplicas del modelo Sonidos de la Tierra, a otras regiones del mundo. El programa se integra a la Asociación Tierra Nuestra, que desde el comienzo venía administrando el proyecto y así lograron integrar ambas líneas de trabajo logrando un salto cualitativo en la actividad.

Las escuelas de música y las orquestas juveniles pasaron a formar parte de escuelas comunitarias de música, un concepto más amplio que los espacios seguros para los jóvenes, incorporando capacitación al sector adulto para la gestión cultural, ampliando la cobertura –siempre a través de la música– con acciones sociales, ambientales y en otros frentes, en cada comunidad.

alcance, “Más de 22.000 jóvenes pasaron por el programa en estos 20 años, así como centenares de adultos capacitados. Si bien el Sonidos de la Tierra no apunta a formar músicos, sino, buenas personas a través de la música, no fue limitante para que de sus filas surjan más de 300, hoy profesionales de la música, tanto en interpretación, como en docencia y que brillan en el firmamento musical de nuestro país y el exterior”, menciona orgulloso Szarán.

Sonidos de la Tierra trabaja en alianza con comunidades organizadas de todo el país, destinando un ejército de profesores itinerantes, en forma permanente, contribuyendo con instrumentos musicales, en los sitios de escasos recursos, otorgando becas, capacitaciones, organizando seminarios locales, regionales y nacionales, viajes locales e internacionales.

“En este momento trabajamos con intervenciones en forma directa con 1.358 jóvenes, pero abarcando a muchos más a través de las acciones de las propias comunidades aliadas, con sus propias iniciativas y recursos generados por ellas mismas”, recalca el maestro.

Pandemia. Como a muchos grupos de interacción social, la pandemia golpeó duramente al programa. “Teniendo en cuenta que el programa tiene sentido en lo que llamamos ‘la orquesta escuela de vida’, cuando mediante la interacción social, entre los participantes, en forma directa se logran los resultados, musicales y de conducta social. No obstante estábamos preparados para continuar en forma virtual, ya que desde hace mucho veníamos preparando programas a distancia para ser aplicados en comunidades muy lejanas”, añade.

El maestro menciona que durante ese tiempo de confinamiento pudieron contar con la solidaridad de todos, aliados internacionales como locales. “’Infinitas gracias a ustedes que no nos abandonaron, en el peor momento de la incertidumbre y el encierro’, nos decía una madre de familia. También pudimos dotar de insumos para el cuidado sanitario de las escuelas de música de todo el país, preparando el retorno gradual a las clases presenciales. Fuimos pioneros en preparar un protocolo sanitario aprobado por el Ministerio de Salud. El segundo semestre del 2021 ya fue muy productivo para el retorno a las actividades”.

Rifa sonidos. La #RifaSonidos es una iniciativa anual que nació en 2012 a partir del compromiso de los coordinadores de la Red SdT, para que las escuelas de música obtuvieran los recursos necesarios para mejorar su infraestructura, contratar instructores de música, comprar instrumentos, tabletas o computadoras para las clases a distancia y adquirir elementos de bioseguridad para dar clases en un ambiente saludable.

“Hace 11 años, durante una reunión de capacitación con 144 coordinadores de todo el país, con nuestra Directora Ejecutiva Luisa Abbate, les tiramos un desafío: ‘Que será de Sonidos de la Tierra cuando ya no estemos nosotros’. Allí surgió la idea de que cada comunidad pudiera contar con un capital semilla y por qué no una rifa, teniendo en cuenta que las primeras bocas de salida serían las propias familias, agradecidas por los resultados en sus hijos y en la comunidad. De esta manera, la rifa, deja porcentajes importantes en la propia comunidad, para aplicar al programa”, prosigue Szarán.

La rifa se consolidó no solamente como una herramienta de recaudación, sino como una acción que impulsa buenas prácticas en el ejercicio administrativo de las comisiones de los pueblos y que incluye planificación, recaudación, aplicación, rendición de cuentas y tantas otras cosas.

Las comisiones de apoyo de las escuelas de la Red SdT reciben hasta el 50% de las ventas que realizan y son las responsables de administrar estos recursos. El otro 50% se invierte en el programa Sonidos de la Tierra con su trabajo.


Sueños. Sonidos de la Tierra ofrece la oportunidad de aprender y a promover el liderazgo juvenil.

Juntos suena mejor
Con el lema Juntos todo suena mejor, la ciudadanía es convocada a sumarse a su noble misión, adquiriendo los cupones a un costo de G. 10.000 que habilitan al sorteo de 40 fabulosos premios. El sorteo se realiza el viernes 14.
“Invitamos a la ciudadanía a ser parte de esta gran sinfonía transformadora en la que cada cupón que se adquiera sea una nota que suma a hacer realidad el sueño de miles de niños, niñas y adolescentes en todo el país”, dice el maestro Luis Szarán.
La #RifaSonidos puede ser adquirida en todas las bocas de cobranza Aquí Pago, los puntos Infonet Cobranzas, la app Pago Móvil y a través de www.sonidosdelatierra.org.py, pagando con tarjetas de crédito y débito, o con Billetera Personal.


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