Olimpia no sale del foso desesperante en el que se encuentra en el Clausura, donde ocupa la vergonzante última plaza. Ayer, otra vez mostró frente a Sol el mismo ímpetu ofensivo de media cancha para arriba, pero de allí para abajo volvió a deshacerse en las mismas falencias de transición y cobertura que lo llevaron a ser vapuleado en Copa Libertadores hace un par de semanas, a cosechar su sonora quinta derrota consecutiva ahora en el fútbol doméstico, desde que perdiera el 1 de agosto pasado contra Guaireña, en Villarrica, bajo el mando de otro adiestrador.
Ayer Enrique Landaida insistió en el desequilibrio que podrían darles Sosa y Silva por las bandas, pero solo el oriundo de Canindeyú logró inquietar por su zona, buscando combinaciones con un intenso Derlis González y un apático Jorge Recalde cambiado por un Camacho naufragado en el mar de la irresponsabilidad al irse expulsado en la segunda parte. Por el lado de Sol, Pumpido se vio obligado a incluir en el primer tiempo a Rodrigo Rojas, por lesión de Aguilar, lo que redundó en un mayor equilibrio en la tenencia del balón y el desdoble en ataque.
Más allá de las oportunidades de Derlis en la primera etapa y de las zozobras que creó Sol de contra, el resultado más justo parecía ser el empate; pero cuando la mala racha se instala parece tender, inevitablemente, a su profundización: terminaba el juego cuando Pablo Ayala tomó un rebote en el palo y marcó el desnivel para dejar todavía más caliente los ánimos en Para Uno donde, hay que decirlo, tiene su casa el cada vez más colero del Clausura.
Olimpia cayó 0-1 en su casa contra Sol y sigue en el fondo de la tabla.
Ayala anotó a los 92’ y dejó más nervios en un Para Uno con público.
Pablo Ayala
El aguerrido mediocampista dio batalla constante en el medio sector y, pisando el área, le dio un alegrón a los suyos.