El departamento aseguró en un comunicado, difundido por la agencia oficial SANA, que Al Fares hizo ayer declaraciones que se contradicen con su misión de defender las posiciones del país, lo que requiere sanciones legales y disciplinarias.
Ayer, el embajador sirio en Bagdad anunció su deserción del régimen de Bachar al Asad después de “las terribles masacres” cometidas en su país, en la primera defección de un diplomático sirio desde el inicio de las revueltas en marzo de 2011.
En un vídeo difundido por la televisión catarí Al Yazira, Al Fares aseguró que se une a la revolución e instó a los militares a que hagan lo mismo para luchar contra “el régimen criminal que asesina al pueblo”.
La nota de Exteriores señaló que Al Fares abandonó la sede de la Embajada siria en Bagdad sin obtener la autorización previa de ese departamento, tal como dictan las instrucciones en el cuerpo diplomático del país.
“Al Fares ha sido relevado de sus funciones y ya no tiene ninguna relación con la Embajada de Siria en Bagdad ni con el Ministerio de Asuntos Exteriores”, concluyó el comunicado.
Al Fares es nativo de la provincia de Deir al Zur, uno de los principales focos de la rebelión contra el régimen, y en 2008 se convirtió en el primer embajador sirio en Bagdad después de tres décadas.
Este anuncio se produce seis días después de que se conociera la deserción del general sirio Manaf Mustafa Tlas, comandante de una brigada de la Guardia Republicana y miembro de una familia suní muy próxima a la familia Al Asad.
