Una propiedad ubicada a la altura del kilómetro 18 de la ruta 1 Mariscal Francisco Solano López y que fue invadida hace diez días, fue abandonada finalmente en la siesta de ayer por las familias que ocuparon el predio.
El inmueble de 9 hectáreas es propiedad de Marcelo Andrés Heynuensk Petter, y de acuerdo a la denuncia radicada ante la Fiscalía de Capiatá a cargo de Elsa Idoyaga, las familias llegaron en masa en diferentes tipos de vehículos y procedieron a cortar las alambradas por donde se introdujeron y tomaron posiciones.
De acuerdo a los datos recabados en el lugar, en la mañana de ayer, unas setecientas familias se apostaron en el sitio incluyendo niños, mujeres y hombres.
Luego de una corta pero ardua batalla judicial finalmente la Justicia dictaminó en la víspera el desalojo de las familias que llegaron al predio y se instalaron bajo improvisadas carpas, donde estuvieron aguantando, sumidas en las precariedades, ya que no contaban con luz ni agua.
MOVILIZACIÓN Con el acompañamiento de la agente fiscal de Capiatá, Elsa Idoyaga, llegaron hasta el lugar efectivos policiales de la Agrupación especializada, Ditac y de las diferentes comisarías jurisdiccionales. Luego de horas de diálogos con los líderes del grupo, finalmente se logró llegar a un acuerdo para la salida pacífica del terreno y pasado el mediodía comenzaron a desmontar sus precarias viviendas para ir hacia otro lugar que se les prometió.
El terreno que se les concedió a estas setecientas familias se encuentra en la zona de Ypané hacia donde emigraron en diferentes vehículos.
PÉRDIDAS. El abogado Hugo Valdez, representante del propietario del inmueble invadido y que ahora fue desocupado, explicó que su cliente perdió más de doscientos millones de guaraníes con los daños que ocasionaron las personas que ocuparon temporalmente la propiedad privada.
El letrado señaló que se perdieron cultivos de caña de azúcar, pastos para engorde de ganados, sandías y otro tipo de frutas.