Sin Xi Jinping ni Vladimir Putin, los BRICS buscarán –mañana y el lunes– en una cumbre en Río de Janeiro hacer valer su peso ante las políticas de Donald Trump, pero la cautela podría imponerse para no degradar las relaciones con Estados Unidos.
Fuertemente custodiada por las fuerzas de seguridad, la ciudad brasileña acogerá la reunión anual del grupo de 11 países, incluidos Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que juntos representan casi la mitad de la población del planeta y cerca del 40% del PIB mundial.
Su anfitrión, el presidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva, deberá componer con las ausencias de su par chino Xi, quien faltará por primera vez a la cita desde que asumió el poder en 2012, y su par ruso Vladimir Putin, objeto de una orden de captura internacional por presuntos crímenes de guerra en Ucrania.
El primer ministro Li Qiang reemplazará a Xi, mientras que Putin puede participar de modo virtual, según Moscú.
El presidente iraní Masud Pezeshkian, en el centro de atención por la reciente escalada bélica con Israel y Estados Unidos, y el egipcio Abdel Fatah al Sisi también faltarán a la Cumbre, dijo a la AFP una fuente del Gobierno brasileño.
Además de la guerra en Oriente Medio, la cita estará marcada por las tensiones arancelarias, otro frente en el que el estadounidense Trump desafía la diplomacia de las potencias emergentes.
“La tendencia es que el tono de la Cumbre sea cuidadoso: va a ser difícil que se nombre directamente a Estados Unidos en la declaración final”, dijo a la AFP Marta Fernández, directora del Brics Policy Center de la Pontificia Universidad Católica de Río.
China, por ejemplo, “viene intentando una postura contenida sobre Oriente Medio, y una Cumbre tomada por ese conflicto tal vez no interese a Pekín”.
El Gobierno chino está además “en negociaciones sobre aranceles con Estados Unidos, y puede no ser el momento de generar más roces” entre las dos mayores economías del mundo.
Tras el bombardeo ordenado en junio por Trump contra instalaciones nucleares iraníes, los BRICS emitieron “una declaración totalmente vaga” sobre el conflicto, afirmó por su parte Oliver Stuenkel, profesor de Relaciones Internacionales de la Fundación Getúlio Vargas.
Esto se debió a “las divergencias entre los miembros”, con países como India que negocian acuerdos comerciales con Washington y “no quieren problemas con Estados Unidos”, agregó.
Pese a todo, Brasil aspira a orientar una posición común en Río. AFP