18 sept. 2025

Sin costo alguno

La peor zona de confort es aquella donde cualquier cosa que hagas no tiene ninguna consecuencia o al menos, estás seguro que todo lo que haces mal no tiene costo alguno. Es lo que escogieron los diputados colorados al salvar al gobernador de Central de una sanción política que los mismos miembros de la junta departamental habían creído era lo mejor para el cuerpo administrador. El locutor cachaquero Hugo Javier González no tiene nada que perder. En realidad: Nunca tuvo. Es el primer caso donde las acusaciones del mismo ejecutivo y otros órganos contralores demuestran que el dinero otorgado para luchar contra el Covid se utilizó para otros propósitos innobles e ilegales incluyendo organizaciones afines que inventaron facturas y obras. A los 42 diputados colorados no les importó y a pie juntillas decidieron exceptuarlo de cualquier responsabilidad política y dejaron que la rata siga administrando el queso de la gobernación sin que encuentren en ello nada peligroso, despreciable ni sancionable.

El mensaje que enviaron es claro: “No nos importa lo que piensen los demás”. Los de Añetete y Honor Colorado les pegaron un portazo a la transparencia y la decencia afirmando a su paso que lo que hagan no tiene ningún costo. Aplicaron la “doctrina Nenecho” que procesado, denunciado y execrado ganó la intendencia de Asunción con los votos mayoritarios de la población mas informada y educada del país.

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Si lo pudieron hacer en lo pequeño porque no reproducirlo en tamaño superior. Ni los mismos adherentes de un presidente convertido en pato paralítico muy temprano han atinado a responder a semejante provocación. Menos lo harán los votantes colorados que con esto quedan complicados (en la acepción paraguaya) con los hechos delictivos que puedan seguir realizando sin ningún impacto electoral. Si esta tendencia se confirma vamos por muy mal camino. El daño a la república es enorme y la herida a la democracia inmensa. Estas decisiones tienen que tener un costo. Deben pesar en la conciencia de los propios diputados colorados que evaluando su voto y cercanía con sus mandantes por su propia supervivencia deberían por lo menos tener algunos cierta decencia que salve la plata. No. Fueron todos en bloque y sin fisuras a decirle al país: “No nos importa lo que digan las evidencias ni ustedes porque haremos lo que creamos mejor para nosotros porque en las elecciones no nos cobran nada”.

Cada país tiene el gobierno que se le parece. Los mandantes se reflejan mayoritariamente en sus mandatarios y viceversa y estos se defienden diciendo que si sus malas acciones son premiadas es porque el pueblo averiado, es comprable su voluntad y no merece acciones honestas y enderezadas al bien común. Los 42 diputados han enviado un mensaje aterrador y se sienten orgullosos de ello.

Ni los muertos por Covid, ni la corrupción, ni las malas gestiones durante la pandemia han tenido costo alguno. Se sumaron más votos y se ganaron más intendencias y concejalías. Los colorados han confirmado que las malas acciones son premiadas por un pueblo sumiso, acostumbrado al vejamen y al robo sin capacidad alguna de reacción ni repudio.

Lo del gobernador de Central puede ser una anécdota más pero ciertamente nos endereza hacia el abismo donde el partido de gobierno reafirma su certeza de que se puede seguir en la cleptocracia sin costo alguno. El papa Noel de la corrupción sigue repartiendo regalos y favores.