Ya pasaron 15 días desde que el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) instaló una mesa de crisis, tras la nota que presentó la empresa Mota Engil anunciando sus intenciones de suspender los trabajos en los tramos 2 y 3, a partir de este lunes.
Sin embargo, hasta la fecha no se informó de los resultados de las negociaciones o los cambios que plantearán para seguir con el proyecto. Incluso, la contratista no retiró la mencionada notificación como solicitó el titular de la cartera, Arnoldo Wiens, por lo que continúa el riesgo de paralizar las obras.
Se consultó al ministro sobre el pedido que realizó a Mota Engil y solo se limitó a decir que “ya no hay causal” para la paralización de las obras. Sobre el punto dijo: “Pagamos la cuenta que requerían y el otro reclamo de la nota (la liberación de las afectaciones) no es causal”, expresó.
En horas de la tarde de ayer, seguían sin tener novedades sobre el destino del proyecto. Guillermo Alcaraz, gerente del plan, informó que siguen reunidos con la contratista y que el ministro anunciaría las novedades el lunes.
Por lo pronto, Wiens pidió la intervención del proyecto Metrobús a través de una auditoría de gestión. El ministro además calificó como un “fracaso” la manera en que se viene encarando el proyecto y prometió atender los diferentes reclamos. Empero, hasta hoy no resolvió acciones concretas.
Encarecimientos
Recordemos que el costo de las obras ya registró un sideral incremento de G. 103.483 millones; 35% más respecto al monto que adjudicó Obras Públicas. Se adjudicó a Mota por G. 300.417 millones (USD 54 millones al cambio actual), pero el proyecto terminará costando G. 403.900 millones (72,7 millones).
El contrato de fiscalización también ya tuvo un incremento de 33% respecto al costo inicial. El MOPC otorgó esta parte al consorcio español-chileno conformado por las firmas Typsa, Incosa e Ingeneg por G. 16.320 millones, pero este monto ya repuntó ahora a G. 21.638 millones; es decir, 5.318 millones más, según los registros.