Recién en la tercera fase (el 15 de junio) se reabrirán los templos para la celebración de la eucaristía. “Hubo un poco de confusión”, tiró monseñor Adalberto Martínez, presidente de la CEP, al hacer referirse al anuncio dado anteayer tras la reunión de los obispos con el ministro de Salud, Julio Mazzoleni.
Lo que sí se podrá realizar -confirmó- son bautismos individuales y matrimonios de una pareja con presencia de entre cinco y 10 participantes. “Durante esta segunda fase, solamente, se podrán celebrar los sacramentos de bautismos y matrimonios, cumpliendo con las normas sanitarias establecidas por el Ministerio de Salud Pública”, suscribió el obispo castrense, quien también encabeza la Diócesis de Villarrica del Espíritu Santo.
“Las celebraciones eucarísticas continúan como hasta ahora, a puertas cerradas y transmisión por redes sociales virtuales. Por el momento, la Iglesia se está preparando para celebrar con el pueblo presente en la fase 3, observando las medidas de protocolo que será publicado”, informó en la carta aclaratoria al referir que “todas estas actividades deberán cumplir con medidas sanitarias exigidas por este tiempo de pandemia”.
Sin embargo, el arzobispo metropolitano, Edmundo Valenzuela, postuló: “Esperamos la respuesta mañana (por hoy) o pasado mañana de decretos del presidente (Mario Abdo) de incluir a la iglesia en esta segunda fase, juntamente con el decreto del Ministerio de salud que nos presenta el protocolo que debemos cumplir”.
De la propuesta ministerial, recogen que el número de participantes en celebraciones corresponda a la amplitud física de los templos y el distanciamiento de 2 metros. “Este criterio posibilitaría que las celebraciones se puedan hacer tres veces al día: Por la mañana temprano, al mediodía y a la tardecita (…) Gradualmente iremos haciendo la experiencia cuidando el templo con todas las normas sanitarias”, explicó.
Consultado sobre la limitación de permitir solo hasta 10 fieles, dijo: “Las indicaciones de las celebraciones corresponderán exclusivamente a los obispos y no al Estado”.
Las indica-ciones de las celebraciones corresponderán exclusivamente a los obispos y no al Estado. Edmundo Valenzuela, arzobispo metropolitano.