La mediterraneidad geográfica de Paraguay impone un destino de constante dependencia frente a los países vecinos, al intentar la concreción de exportaciones o para importar. A 210 años de la gesta revolucionaria libertadora, ÚH conversó con analistas, quienes brindaron algunas vertientes sobre los segmentos en los que se acrecienta la fuerte dependencia del país a nivel económico, y otros ámbitos que le permitirían operar más libremente.
“Como país mediterráneo, hay dependencia fuerte de Brasil y Argentina, y el desarrollo está estrechamente relacionado con lo que se negocie con ambas naciones”, según el economista Aldo Centurión, especialista en Mercosur.
Para no depender tanto en cuestiones energéticas (ya que los tratados de Itaipú y Yacyretá no fueron favorables al país), el experto aconseja aprovechar desde 2023 el excedente de USD 1.000 millones anuales que se podrá conseguir al terminarse de pagar la deuda por la binacional en comandita con Brasil.
Otra opción para anclarse en más independencia pueden ser las cadenas de producción, aprovechando que Brasil es líder actual en algodón y agroalimentos; mientras que Argentina –según dijo– abre fuerte camino en miel de abeja y yerba mate; además de un sector automotor basado en energías renovables, que nuestro país puede seguir aprovechando.
DEPENDENCIA. Para el analista Amílcar Ferreira, hasta hace 15 años había una dependencia excesiva de Brasil y Argentina, especialmente en el tipo cambiario, sobre todo cuando el guaraní seguía la tendencia del real y devaluaba igual, pero que posteriormente experimentó una independencia respecto de ese factor.
“También Paraguay tenía antes pocos mercados y dependía de los dos gigantes; pero al diversificar el mercado de exportación la importancia de aquellos es ahora menor. La carne, por ejemplo, va a Chile, Rusia y Arabia”, dijo.
En la inversión extranjera directa (IED) hubo también variaciones, a criterio de Ferreira, ya que últimamente por la carga impositiva de los gigantes, los inversores miran más a Paraguay como oportunidad, lo que se siente en el segmento inmobiliario, la maquila, entre otros.
“Sí se siente aún el tutelaje y la mirada puesta en Paraguay desde el punto de vista político, ya que las embajadas brasileña y norteamericana aún dejan sentir su peso ante circunstancias especiales; mientras que Argentina aún tiene preponderancia en el tema de navegación, con trabas paraarancelarias y presiones de sus sindicatos, al observar que el 80% de la navegación se realiza con bandera paraguaya”, sostuvo.
SERVICIOS. Para dejar de depender de muchos factores, a Paraguay le falta explorar en sectores como servicios, con el fin de exportar talentos y no solo esperar que la inversión extranjera directa aterrice en el país, según el analista Stanley Canova. En el caso de la soja, hay que dejar de depender de Argentina y vender directamente a China (dejar de vender a quienes se quedan con el spread/diferencial del precio), según manifestó.
Las opciones de no dependencia están signadas con marcas como Mazzei y yerbateras, que vía ferias internacionales hicieron contactos y ya exportan, según dijo.
“Las embajadas y consulados deben ser los representantes de lo que se ofrece al mundo. Cancillería y el MIC deben cumplir con su rol; de todas maneras, es un mercado libre y nadie nos puede condicionar ni enojarse porque vendemos a un país equis que no es de su agrado”, sostuvo.